El procurador general de Nueva York, Eric Schneiderman, declaró el 4 de febrero que según estudios, cuatro de cada cinco suplementos herbales vendidos en tiendas líderes en el estado y en todo Estados Unidos, son fraudulentos.
En un comunicado, Schneiderman indicó que 79 por ciento de los suplementos herbales carecen de cualquier rastro genético del contenido orgánico que anuncian sus etiquetas, y sólo en 21 por ciento se pueden encontrar rastros de las hierbas ofrecidas.
Los ingredientes que más a menudo faltan en los suplementos son ginseng, equinácea, hierba de San Juan (Hypericum perforatum) y ginkgo biloba, entre otros.
Esos contenidos son sustituidos con arroz, frijoles, pino, cítricos, espárragos, trigos, zanahoria y otras sustancias molidas y presentadas en polvo.
La investigación fue realizada en productos vendidos en el estado de Nueva York en establecimientos de las cadenas Walmart, Target, GNC y Walgreens, cuatro de las minoristas más grandes en Estados Unidos.
El procurador informó que envió cartas a estas tiendas para que detengan de inmediato las ventas de estos productos, y les solicitó información detallada sobre estas mercancías, su procesamiento y pruebas de calidad.
Afirmó que Walmart es la tienda que vende los productos con menor porcentaje genético de los ingredientes que aseguran tener, con sólo cuatro por ciento de coincidencia genética en los suplementos investigados.
Schneiderman advirtió que estos productos suponen un riesgo grave para la salud de personas alérgicas a las sustancias contenidas y omitidas en las etiquetas de los suplementos, o que tomen fármacos que puedan reaccionar de manera desfavorable a estos ingredientes.
“Esta investigación hace algo abundantemente claro: el viejo adagio dice que el comprador debe estar prevenido, y esto es especialmente cierto para los consumidores de suplementos herbales”, dijo.
Agregó que las pruebas genéticas confirman añejas dudas sobre la industria de los suplementos herbales, y recordó que las prácticas de contaminación de productos, de mentir en las etiquetas y de hacer anuncios comerciales engañosos son ilegales.
“Al final del día, las corporaciones estadunidenses deben ponerse a la altura de la circunstancias y garantizar que sus clientes están obteniendo el producto por el que pagaron, en especial cuando involucra promesas para una buena salud”, aseguró Schneiderman. Nueva York. (Notimex).