La más reciente ejecución del año fue la noche del pasado jueves en Alabama, al aplicarse la inyección letal al reo Ronald Bert Smith, por el asesinato de un empleado de una tienda de conveniencia en 1994.
Ninguna otra ejecución más está programada en todo el país para lo que resta de 2016.
De acuerdo con el Centro de Información en Pena de Muerte, durante 2016 sólo cinco entidades llevaron a cabo ejecuciones, la menor cantidad desde 1988, y dos entidades, Georgia con nueve y Texas con siete, representaron el 80 por ciento de todas las ejecuciones cumplidas.
Las otras cuatro ejecuciones restantes fueron efectuadas en Alabama (2), una en Florida y otra en Missouri.
Las ejecuciones en 2015 se redujeron en un 14 por ciento en comparación con 2015, cuando se registraron 28. Este 2016 marcó el segundo año consecutivo desde 1991 en que el número de ejecuciones fue inferior a 30.
Desde 1976, cuando la Suprema Corte de Justicia de Estados Unidos sentó las bases para el uso moderno de la pena de muerte, un total de mil 442 reos han sido ejecutados en este país.
Texas ha encabezado la aplicación del castigo capital al haber realizado 538 ejecuciones desde entonces, seguido por Oklahoma con 112, Virginia con 111, Florida con 92 y Missouri con 87.
El apoyo de la opinión pública a la pena de muerte continúa también a la baja.
Según sondeos, la mayoría de los estadunidenses prefieren ahora que se imponga el castigo de cadena perpetua sin libertad condicional al de la pena máxima, como castigo para las personas declaradas culpables de homicidio.
Un total de 19 entidades en Estados Unidos, además del Distrito de Columbia, han abolido la pena de muerte, y otros seis estados no han realizado ejecuciones en más de una década.