Las familias del sur de Nevada ahora tendrán acceso a un método -seguro y responsable- para el desecho de medicamentos controlados, gracias a la donación de 60 mil bolsas que desactivan drogas. El aporte fue una iniciativa de Mallinckrodt Pharmaceuticals, quienes diseñaron las bolsas, para ayudar a prevenir el abuso y mal uso de medicamentos recetados. Las bolsas serán distribuidas sin costo a la comunidad del valle en asociación con el Colegio de Farmacias “Roseman University of Health Sciences.”
“Mientras los medicamentos -de hoy en día- nos ayudan con nuestra salud y a tener una vida de calidad, los opioides recetados muchas veces son abusados y usados inapropiadamente y pueden llevar a personas a la adicción y sobredosis, devastando vidas y lastimando a familias en nuestra comunidad,” expresó la Senadora de Nevada Patricia Harley. “La prevención puede comenzar con la destrucción de medicamentos no usados antes que caigan en las manos equivocadas”.
“La epidemia del abuso de opioides recetados ha sido catastrófica para muchos en Nevada. Muchas veces hemos descubierto nuevos casos de adicción y sobredosis, y aprendemos los efectos de largo plazo que la epidemia sobre las personas, sus familias y nuestra comunidad”, acotó por su parte el asambleísta de Nevada Nelson Araujo, agregando que “como un estado, debemos hacer todo lo posible para prevenir la adicción de drogas y, esa prevención, comienza en casa”.
Las bolsas serán distribuidas en el Sur de Nevada por estudiantes del Colegio de Farmacia de Roseman University durante ferias de salud y eventos educativos que crean conciencia acerca del abuso de drogas. Las organizaciones de estudiantes incluyen Student Alliance, Drug Abuse Awareness Team y la organización de alcance a la comunidad Hispana, Movimiento Estudiantil Roseman.
Las bolsas son fáciles de usar con un sistema que desactiva los medicamentos recetados y hace los químicos seguros para el vertedero. Después de poner las píldoras en la bolsa y agregar agua, la bolsa se puede sellar y tirar en la basura. Las bolsas son biodegradables y proveen una manera ecológica para desactivar y desechar las drogas.
“Estas bolsas para desactivar medicamentos pueden ser usados en casa, en cualquier momento, para deshacerse de medicamentos no usados o expirados”, dijo Scott Stolte, PharmD, decano del Colegio de Farmacia de Roseman University. “La colaboración detrás de la iniciativa demuestra lo que podemos hacer juntos para combatir la epidemia del mal uso de drogas. Si cada una de las 60 mil bolsas son usadas para desactivar la máxima cantidad de píldoras que pueden sostener, habrá 2.7 millones menos píldoras disponibles que pueden llegar a las manos equivocadas”.
Casi el 68 por ciento de los que usaron analgésicos recetados sin razones médicas en 2012-2013, los obtuvieron de amistades y familiares, de acuerdo al reporte 2013 Substance Abuse and Mental Health Services Administration (SAMHSA) National Survey on Drug Use and Health.
Las bolsas para desactivar drogas fueron adquiridos y donadas por Mallinckrodt Pharmaceuticals, una compañía global farmacéutica, como parte de la iniciativa corporativa de donar 1 millón de bolsos al nivel nacional para ayudar a combatir el abuso de analgésicos recetados.
“El enfoque de la compañía es la salud y bien estar de nuestros pacientes y nuestras comunidades. Por mucho tiempo Mallinckrodt ha sido una porta voz para abordar el tema complicado del mal uso y abuso de opioides que afecta a familias”, señaló Mark Trudeau, Mallinckrodt, presidente y director ejecutivo, agregando que “compartimos las preocupaciones de personas alrededor de la nación, y creemos que es crítico en la batalla contra el abuso de medicamentos recetados proveer una manera segura y responsable para que pacientes puedan deshacerse de medicamentos que ya no usan. Mallinckrodt está comprometido en trabajar con legisladores, comunidades, cuerpos policiales y socios en nuestra industria para asegurar el uso responsable de analgésicos y prevenir que medicamentos no usados lleguen a las manos incorrectas”.
La iniciativa reafirma el compromiso al uso responsable de medicamentos y la colaboración con comunidades que comparten la meta de crear conciencia de lo critico que es desechar las drogas en una manera responsable para luchar contra el abuso de medicamentos recetados.
