Hoy Banana Republic es el nombre de una exitosa tienda de ropa con presencia en todo el mundo y con estilo muy relacionado a la exploración, selva, bosques, desierto, son algunas características del estilo de sus diseños, muy relacionado a América Latina.
También, Banana Republic, el término se aplicaba como un peyorativo para naciones sobre todo en Latinoamérica que pasaban por inestabilidad, pobreza de sus pueblos, tráficos de influencia, alta corrupción y sobornos en empresas y gobierno, aunque fue a finales de los años de 1800 y principios de 1900 y basado en la empresa United Fruit Company que logró el monopolio comercial a través de sobornos y compra de influencias sobre todo con las bananas o plátanos y de estas prácticas nació la identificación de Banana Republic a las naciones de América Latina.
Hoy en el año 2016, aun cuando se ha logrado avanzar en economía y justicia social, me queda claro que el peyorativo usado hace más de 100 años está cerca de volver a utilizarse .
El reciente desafuero y renuncia de la hoy ex presidenta de Brasil, Delma Rouseff por corrupción y arrogancia; en Argentina se procesa a la ex presidenta de esa nación; en Venezuela las gigantescas manifestaciones de un pueblo víctima social y económicamente del dictador Nicolás Maduro; en Bolivia, en Guatemala y más naciones vecinas, sencillamente no generan confianza ni eficientes sistemas económicos.
México ha logrado generar empleos y su economía se ve menos mal que el resto de Latinoamérica, sin embargo, más de sus habitantes viven en extrema pobreza y más parece dos naciones en una.
Todo esto es de mucha importancia, Estados Unidos, legalmente recibe a miles de migrantes legalmente cada año, estos pasan por procesos formales y son admitidos en esta nación pero de acuerdo a la ONU si EUA abriera sus puertas a migrantes, desde Argentina hasta México ingresarían 300 millones de personas.
Por eso urge que las naciones de donde somos originarios logren generar mejores gobiernos NO Banana Republics, es incómodo y penoso aceptar que la corrupción, el tráfico de influencias y con ello el empobrecimiento continúe.
El 25 de mayo de 1911, Don Porfirio Díaz renunció a la presidencia de México, ‘para que calmen las pasiones’, dijo entonces y se fue.
Pensar fuera de la caja no es fácil ni popular pero muy necesario.
¡Ánimo!
Xavier@rivas.com
