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Las Vegas está perdiendo un trío de históricas propiedades en el centro, incluyendo el último show “topless” que quedaba en la Fremont Street Experience.
Topless Girls of Glitter Gulch y The Mermaids, así como los casinos La Bayou cerraron el pasado lunes 27 de junio. Los desarrolladores (urbanistas) y dueños de los casinos Derek y Greg Stevens, adquirieron las tres propiedades del grupo Granite Gaming, en abril, y manifestaron que planean construir un nuevo hotel & casino.
Los hermanos Stevens dicen que todavía están en la etapa de planificación para la nueva propiedad, que sería el primer desarrollo urbano en el Downtown de Las Vegas en décadas.
“Habrá una combinación de demolición, renovación y nueva construcción”, señaló Derek Stevens durante una entrevista que concedió a un diario local, y cuya información fue vertida a la agencia Prensa Asociada. “En este momento, esto es todo lo que podemos adelantar”.
Los hermanos Stevens son dueños también del Centro de Eventos al aire libre en Las Vegas, que se localiza en el Downtown, una sala de conciertos que se localiza en el sitio del antiguo Palacio de Justicia del condado de Clark, así como los casinos D Las Vegas y Golden Gate.
The Mermaids se abrieron en 1956 como Silver Palace, que fue la primera edificación de dos pisos (dos niveles) en la Fremont Street en esa época. Es conocido por sus deliciosas galletas Oreo y Twinkies fritos.
Por otra parte, La Bayou, que ha tenido varios nombres en el último siglo, consiguió la primera licencia de juego en Nevada en 1931.
Los casinos fueron de los últimos en la ciudad donde los jugadores de máquinas tragamonedas podían escuchar el ruido metálico de las monedas que golpean las bandejas de metal y los clientes cobraban con dinero real, en lugar de vales de papel.
El espectáculo en topless tomó su título, Glitter Gulch, de un sobrenombre para el Distrito de Juego de la Fremont Street, en los años previos a la “Strip” de esta ciudad, que fue desarrollado unas millas al sur sobre Las Vegas Boulevard.
El cierre significa la pérdida de unos 170 puestos de trabajo, a pesar del compromiso que hicieron los hermanos Stevens, que darían prioridad a la contratación de empleados en las propiedades adyacentes y en sus nuevos proyectos.