Demandas podrían dar material a anuncios de Trump y Clinton

Ads slider global

Por Elliot SPAGAT

Las campañas presidenciales de Hillary Clinton y Donald Trump intentan impedir la publicación de videos que ofrecen una visión crítica de procesos legales que implican a sus aspirantes.

Los abogados de Trump intensificaban sus esfuerzos por impedir la publicación de un video que muestra al probable candidato republicano a la presidencia testificando bajo juramento en una demanda por fraude sobre la ya clausurada Universidad Trump. Los abogados dijeron el miércoles 15 por la tarde a un juez federal de San Diego que el vídeo podría ser utilizado por los medios y rivales de Trump durante la campaña presidencial.

Por su parte, los abogados de un miembro destacado del equipo de Clinton emplearon argumentos similares para persuadir a otro juez de que mantenga bajo secreto las grabaciones de una demanda sobre el uso de la probable candidata demócrata de un servidor privado de correo electrónico cuando era la máxima diplomática del país.

Aunque los argumentos son similares, los jueces podrían verlos de forma diferente.

En el caso de Clinton, un juez federal del Distrito de Columbia determinó el mes pasado que las transcripciones de todas las declaraciones se hicieran públicas, pero mantuvo el secreto sobre vídeos y grabaciones de sonido.

En el caso de Trump en San Diego, el juez del distrito Gonzalo Curiel -blanco de intensas y persistentes críticas de Trump- no ha decidido cuánto hacer público y si deberían incluirse vídeos o piezas de audio.

El resultado podría influir en los anuncios críticos sobre temas que han perseguido a ambos candidatos. John Geer, profesor de ciencias políticas de la Universidad de Vanderbilt, que estudia los anuncios de desprestigio en campañas presidenciales, señaló que los videos son “algo genial” para dañar la imagen de un rival.

“Ayuda a armar el argumento no sólo con las palabras, sino mostrando a la persona diciéndolas de verdad”, dijo Geer. “No es sólo el mensaje, es el mensajero... En ocasiones las transcripciones serán estériles. No se puede detectar el sarcasmo. El lenguaje corporal marca una diferencia”.

Se han difundido transcripciones parciales de la declaración de Trump el 10 de diciembre en su oficina de Nueva York y el 21 de enero en un bufete de abogados en Las Vegas. Varios medios han reclamado la difusión completa de esas sesiones, incluyendo video, y se espera que Curiel se pronuncie en una vista el 30 de junio o poco después.

Los abogados que representan a los antiguos clientes de la Universidad Trump en dos demandas colectivas en San Diego alegan que deberían poder difundir parte de los videos porque ofrecen “una imagen más completa” que las transcripciones.

El tono de Trump, sus expresiones faciales, gestos y lenguaje corporal muestran “una falta de conocimiento completa y absoluta” sobre los profesores y la educación de la Universidad, pese a las declaraciones previas del magnate de que estaba muy implicado en el centro, según escribieron la semana pasada los fiscales en un comunicado. Trump también hizo “muchas declaraciones espontáneas y ataques personales que no se reflejan en la transcripción en papel de sus declaraciones”, afirmaron.

La campaña de Clinton atacó el jueves 16 al empresario con una nota de prensa titulada “¿Qué intenta ocultar Donald?”, aunque un asesor destacado de Clinton asumió la misma postura en la demanda sobre los correos electrónicos de Clinton.

El juez de distrito Emmet Sullivan se mostró de acuerdo con la asesora de Clinton Cheryl Mills, que se opuso a la publicación del video, pero no de la transcripción. Sus abogados alegaron que “fragmentos o cortes de sonido de su declaración podrían difundirse de forma que explote la imagen y voz de la señora Mills de una forma injusta y desinformativa”.

Mills, que fue la jefa de gabinete de Clinton durante su periodo como Secretaria de Estado, dijo durante su comparecencia de cinco horas el mes pasado que habló del servidor privado de Clinton con un técnico que ayudó a establecer y poner en marcha el sistema, según una transcripción publicada por Judicial Watch, un grupo activista conservador que demandó para obtener acceso a los registros. Mills está entre la media docena de empleados pasados y actuales a los que Judicial Watch quiere interrogar.

En fragmentos de la declaración de Trump que se han publicado, el aspirante a la presidencia admitió que juega con las fantasías de la gente.

“Por supuesto, uno quiere jugar con algo que es positivo y hermoso. Y puede utilizar la palabra ‘fantasía’, si quiere. O yo podría utilizar la palabra ‘fantasía’, pero desde luego, uno quiere jugar con algo hermoso y bueno y exitoso”.

Trump no pudo recordar los nombres de sus empleados, socavando su proclama publicitaria de que los había escogido personalmente. Cuando se le presentó una declaración del ex presidente de la Universidad Trump sobre que el magnate nunca escogió a sus profesores, dijo: “Esta es la declaración más larga que he hecho, en lo que se refiere a no tomar descansos. De modo que necesito descansos porque tengo que hacer unas llamadas”.

Los expertos legales señalan que los jueces suelen tener un amplio margen para publicar declaraciones.

Erwin Chemerinsky, decano de la Facultad de Derecho de la Universidad de California, Irvine, cree que las pruebas -incluyendo videos- deben publicarse salvo raras excepciones como, por ejemplo, para proteger secretos comerciales o privacidad.

 

“El hecho de que alguien pueda utilizarlas de mala manera para avergonzar no es un motivo para el secreto”, afirmó. San Diego, CA (AP)

 

Top