Las posibilidades de la presidenta brasileña Dilma Rousseff de sobrevivir al juicio político en el Legislativo son escasas, pero el desenlace final del "impeachment" será dictado por el Tribunal Supremo, según juristas y expertos consultados por Notimex.
"Avanzamos hacia una judicialización del proceso", explicó la jurista Eloísa Machado de Almeida, de la Fundación Getulio Vargas (FGV) y especialista en Derecho Constitucional.
Ni siquiera la revocación anoche de la anulación del proceso, decretada por el presidente interino de la Cámara de Diputados, Waldir Maranhao, el mismo que horas antes había intentado frenar el "impeachment" con su polémica decisión, logrará frenar un recurso de Rousseff a la máxima instancia judicial del país.
"El país está polarizado y en ese marco la última trinchera será el Supremo", agregó el profesor de Derecho Luiz Flavio Gomes.
El Abogado General de la Unión, José Eduardo Cardozo, que defiende a Rousseff en este proceso de juicio político, ya dijo ayer que recurrirá al Supremo, pues estima que se produjeron irregularidades que podrían dar la oportunidad de anularlo o dilatarlo.
El Supremo -que tiene sesiones plenarias los miércoles y jueves- está llamado pues a desenredar un proceso que mantiene en vilo a Brasil desde hace semanas y que ha agravado una crisis política profundamente afectada por la recesión y los escándalos de corrupción.
Todos los analistas, parlamentarios y fuentes del entorno de Dilma Rousseff prevén que la presidenta sea apartada del cargo por 180 días el miércoles 11, cuando el plenario del Senado votará -si no lo impide antes la Justicia- si abre o no el juicio político.
Rousseff no está acusada de haber lucrado personalmente ni de beneficiarse de la corrupción, sino de usar créditos de bancos públicos sin el aval del Legislativo para encuadrar las cuentas de 2014 y 2015, algo punible en la Constitución como un "crimen de responsabilidad" que puede desembocar en un "impeachment" o juicio político para separarla de su cargo.
El vicepresidente de Brasil, Michel Temer, lleva semanas negociando cargos para su eventual gobierno, y los analistas prevén que asuma esta misma semana el poder.
Sin embargo, algunos analistas advierten que, si bien en el Senado Rousseff tiene la batalla perdida, quien tendrá la última palabra será el Supremo, por lo que la decisión final puede postergarse.
Los juristas como Machado perciben como "poco probable, aunque posible" que el Supremo -compuesto por 11 jueces, nueve de ellos nombrados por Rousseff o por su antecesor Luiz Inacio Lula da Silva- anule el juicio político.
Ello porque ya recibió el aval de más de dos tercios de la Cámara de Diputados (367 votos a favor contra 137) y se apresta a obtener el respaldo de la cámara alta, donde unos 50 senadores de un total de 81 ya dijeron que votarán a favor de abrir el proceso. Brasilia (NOTIMEX)