El Papa Francisco tiene un "hondo recuerdo" de su experiencia en México y considera "muy provechoso" su viaje a ese país, cuya situación conoce a profundidad, aseguró el cardenal arzobispo de Morelia, Alberto Suárez Inda.
En entrevista con Notimex, tras haberse reunido con el Papa algunos días atrás en El Vaticano, el purpurado también se refirió al impacto del mensaje que dirigió el pontífice a los obispos en la Ciudad de México, en el cual les pidió "pelear como hombres".
"Nos pareció muy positivo, esperanzador, muy exigente y comprometedor también. Para nosotros no es polémico el tema sino, más bien, motivo de unánime gratitud", aseguró.
Insistió que la mayoría de los obispos está empeñada en asimilar las peticiones del líder católico, para llevar a la práctica sus consejos "paternos" y reforzar la unidad entre ellos, así como un "compromiso efectivo" con los sacerdotes, los jóvenes y "la historia del pueblo".
"El mensaje realmente fue inspirador. Las diferencias son normales, es la riqueza en un grupo colegiado. Lo importante es que estamos todos con una actitud de escuchar al espíritu y ver cómo nuestros planes de pastoral van orientados por ese mismo espíritu", siguió.
Aquel discurso del pontífice a los obispos, la mañana del 13 de febrero en la catedral metropolitana, provocó diversas reacciones, por lo incisivo de algunas indicaciones contra la corrupción, las actitudes principescas y la connivencia con el poder.
Las reacciones a ese mensaje fueron variadas, incluso, contradictorias. De allí se instaló la percepción de un episcopado mexicano dividido y contrapuesto.
Al respecto, Suárez Inda sostuvo que la unidad es siempre un "ideal exigente" que no se logra completamente porque "así es la realidad humana".
Afirmó que en todas las familias existen tensiones y por eso se requiere constantemente renovar "el pacto de amor". De la misma manera -siguió- ocurre en la Iglesia, donde se trata siempre de vivir el diálogo, la comprensión y también el perdón.
"Como el Papa nos dijo: 'Si pelean tienen que hacerlo como hombres, pero como hombres de Dios que pueden orar juntos' y, también en un momento dado darse el abrazo de la paz, lo cual implica una disposición a seguir el evangelio en el cual Cristo invita a los apóstoles a llevar la delantera en el servicio y no en el protagonismo, en la humildad y no buscar ambiciosamente privilegios", precisó.
Se mostró en desacuerdo con la editorial del semanario de la Arquidiócesis de México, "Desde la fe", que hace algunas semanas desató una controversia porque sugirió que el Papa había sido mal aconsejado antes de llegar a México.
"El señalar que el Papa está equivocado es una equivocación, de manera que yo no estoy de acuerdo con eso. Han tratado de dar marcha atrás de aventurar una opinión así. Ha habido reacciones fuertes de laicos diciendo que es importante que quien escriba eso dé la cara y no se esconda bajo el anonimato", abundó.
Más adelante también se refirió al apenas publicado documento "La alegría del amor" (Amoris laetitia) de Francisco, que reúne las conclusiones de una reunión de obispos (Sínodo) en la cual Suárez Inda participó en octubre pasado.
Destacó que el texto propuso que los católicos se acerquen con actitud de servicio y de respeto a las situaciones que viven las familias, para ayudarlas en su realidad concreta.
Recordó que como había dicho Juan Pablo II en su exhortación "Familiaris Consortio", también Francisco subrayó que los divorciados vueltos a casar no están excomulgados, forman parte de la Iglesia y deben participar de muchas maneras en la vida de la comunidad.
Insistió que sobre la comunión para algunas personas en esa condición, el Papa pidió "no absolutizar o generalizar", porque se necesita seguir un discernimiento y considerar que en algunos casos pueden acceder a la hostia si no provocan escándalo, si garantizan que viven conforme a su conciencia y, en la medida de los posible, en una manera ordenada.
"El Papa claramente dice: 'No quiero llegar, en este momento, a dar como sentencia a algo que no se ha concluido en la búsqueda pastoral'. Hay que discernir, hay que acompañar, pensar que mucha gente vive esta situación limitada respecto a las exigencias doctrinales", añadió.
"Lo que nos dice el Papa es que hay que tomar una actitud de respeto, de búsqueda y de continuar este discernimiento, que nos deja a los obispos y a los sacerdotes una responsabilidad enorme de no proceder a la ligera y de tratar de ayudar a esta gente", estableció.
Consideró necesario que los sacerdotes estén preparados para prestar auxilio a los divorciados vueltos a casar, de modo que "no haya ni intransigencia ni tampoco una actitud fácil de abaratar las cosas".
"Esta formación de la conciencia de los sacerdotes es clave para poder acompañar a la gente, es de lo más delicado. Necesitamos principios muy claros pero también una gran sensibilidad, una actitud de pastor", apuntó. Ciudad del Vaticano (NOTIMEX)