Por Jill COLVIN
Pocos como Donald Trump entienden el poder de los medios de comunicación masiva sobre la percepción pública. El magnate, ex astro de reality TV y figura perenne en los tabloides, ha dependido grandemente de cobertura gratuita en la prensa y los medios sociales para impulsar su campaña y trata obsesivamente de controlar cómo se presentan sus eventos.
Trump ordena rutinariamente a los camarógrafos de noticias que tomen imágenes de las concurrencias en sus actos de campaña para mostrar lo nutridas que son y los fustiga si no obedecen. Su equipo ha experimentado con la configuración de sus eventos, colocando a menudo a grupos de partidarios en plataformas altas detrás del candidato para que las cámaras no puedan perderse sus rostros.
Se ha quejado furiosamente de que reporteros muestran imágenes en vivo de auditorios vacíos después que se van sus partidarios. En Twitter, Trump es uno de los más constantes críticos de los medios, ofreciendo su comentario en vivo sobre reporteros y analistas televisivos en canales que según él le tratan injustamente.
Esa estrategia es otro aspecto de la poco ortodoxa campaña de Trump.
Mientras otros candidatos y sus grupos de financiadores se han gastado millones de dólares en costosos anuncios televisivos, la campaña de Trump ha gastado apenas 300 mil en unos pocos anuncios radiales, pero Trump ha conseguido un total asombroso de 22 horas y 46 minutos de tiempo gratuito en el aire desde el 1 de mayo hasta el 15 de diciembre solamente en el canal Fox News, de acuerdo con Media Matters for America, un grupo liberal sin fines de lucro. Eso es más del doble que cualquier otro candidato y más que los republicanos Ted Cruz, Jeb Bush y Marco Rubio combinados.
Mientras que otros candidatos se han pasado su tiempo en eventos pequeños interactuando personalmente con votantes, el centro de la campaña de Trump son actos a gran escala, donde es recibido como estrella de rock por miles de partidarios ruidosos y entusiastas. Esos eventos son realizados a menudo en arenas y centros de convenciones, con muchedumbres mucho mayores que las que consiguen sus rivales: algo que él no deja de resaltar.
“Nadie consigue concurrencias como las mías”, dijo Trump en uno de esos eventos en Michigan. “Nosotros rompimos el récord. Y yo no tengo una guitarra. Elton John dijo: ‘Tú consigues las mayores muchedumbres en el mundo para alguien sin guitarra’”.
Sus actos de campaña se han vuelto además en sitios populares para protestas, cuyos participantes están causando cada vez más interrupciones. Esa estrategia le molesta a Trump, que a menudo se queja de la atención que reciben en la prensa.
En varias ocasiones, partidarios de Trump han agredido a manifestantes. En un acto reciente en las afueras de Las Vegas, Ender Austin III fue agredido, dijo. Afirmó que varios de los agresores llamaron a que le prendiesen fuego y uno gritó “Heil Trump”, al estilo del saludo a Adolf Hitler. NEWARK, New Jersey, EE.UU. (AP)