Por Xavier RIVAS
Tenemos excelentes amigos en Francia, la mezcla de sentimientos entre ira y tristeza de lo ocurrido en París este pasado sábado 14, contra nefastos radicales, cobardes en actuar lastimando a millones de familias que nada tienen que ver con las frustraciones sociales de estos fanáticos musulmanes, como diría mi abuelo, Don Julio, pónganse a trabajar, el no hacer nada enferma, reiteraba.
Más aun, el Papa Francisco, dice que estos hechos son los inicios de la Tercera Guerra Mundial, esperemos esté equivocado, lo que sí, se iniciará una lucha frontal contra la llamada nación Islámica; lo lamentable es que por regla generalizamos en considerar que todos los islámicos son fanáticos y eso generará una postura de prejuicio de que habrá de hacer daño, mucho daño al tejido social del mundo.
Hace meses que me transportaba por tren rápido de París a Lyon, vi varios musulmanes, vestidos con sus ropas tradicionales que los distinguen, nadie me lo cuenta, la mayoría actúa con cierta arrogancia de querer ser y actuar distinto ante los franceses, entonces -y de esto hace 4 meses-, me quedó claro que por más que no lo deseamos, habrá problemas por la mezcla étnica que separan a la población, no es racismo, sencillamente es un abismo entre culturas.
Aquí en Nevada y cualquier otro lugar, lo hemos dicho antes, lo repetimos, debemos tener cuidado, observar nuestro entorno, tratar de tener cuidado, de observar y de evitar que lo que pasó en Nueva York, en París, no suceda en Las Vegas, solo recordar después del 9/11 como bajó el turismo en Las Vegas y como tardamos en recuperar la economía.
El terrorismo continúa y continúa con más voracidad; la muerte de Bin Laden nada hizo cambiar, que bien que se castigó pero como los carteles de droga, cada día las noticias dicen capturar al capo más importante y la verdad hay reemplazos rápidos de éstos porque la inseguridad no ha parado en México. En Estados Unidos la luz roja para la sociedad y gobierno en seguridad, prendió, en lugar de quejarnos por las estrictas revisiones, debemos tener paciencia, es época de Navidad que para los fanáticos religiosos musulmanes es como la época de cacería.
Por último, recordar que hay más musulmanes de bien, de respeto, el problema es cómo separar los buenos de los malos, algo así como cuando en México nos paran personas armadas, serán policías o maleantes, es difícil saberlo y actuar acorde.
En estas dos meses tan importantes para nuestras familias, tengamos un ojo al gato y otro al garabato.
Francia es una nación de bien que ha aportado mucho a la humanidad. ¡No merece esto que los fanáticos han manchado con sangre de gente de bien!
