Londres, 12 Nov (Notimex).-
Un equipo de astrónomos descubrió un nuevo exoplaneta rocoso, que es casi del mismo tamaño de la Tierra y orbita una estrella enana roja localizada a unos 39 años luz de distancia, equivalente a unos 370 billones de kilómetros.
El mundo recién descubierto, llamado GJ 1132b, tendría una temperatura de 232 grados centígrados y, aunque es considerado mucho más fresco que otros planetas rocosos conocidos, resulta demasiado caliente para ser habitado, afirman los astrónomos estadunidenses.
Este exoplaneta da la vuelta completa a una estrella enana conocida como GJ 1132, que es más fresca y mucho más débil que el Sol, cada 1.6 días terrestres a una distancia de 2.2 millones de kilómetros, a lo cual obedece su alta temperatura.
“Su temperatura es demasiado caliente para ser habitable. No hay manera de que haya agua líquida en la superficie. Pero es mucho más fresco que el resto de los planetas rocosos que conocemos”, dijo Zachory Berta-Thompson, del Instituto de Tecnología de Massachusetts.
En comparación, los exoplanetas calientes conocidas como CoRoT-7b y Kepler-10b poseen temperaturas de más de mil 090 grados centígrados.
En un artículo publicado en la revista especializada Nature, los científicos sugieren que es probable que el GJ 1132b tenga un lado permanente de día y otro de noche, ya que al parecer presenta la misma cara a su estrella durante su recorrido orbital.
Los astrónomos calculan que el exoplaneta es de aproximadamente 1.2 veces el tamaño de la Tierra, con un diámetro de cerca de 14 mil 800 kilómetros, y una masa de alrededor de 1.6 veces la masa de nuestro planeta.
Debido a su tamaño y masa, los científicos pudieron determinar su densidad y dedujeron que es rocoso como nuestro planeta y podría tener una atmósfera.
El GJ 1132b también tiene una fuerza de gravedad similar a la Tierra, estimando que una persona de pie en su superficie pesaría sólo 20 por ciento más de lo que sería en nuestro planeta.
El exoplaneta fue descubierto por el Observatorio MEarth-Sur, una serie de ocho telescopios robóticos de 40 centímetros situados en el Observatorio Interamericano de Cerro Tololo, en Chile, que se dedica a la caza de exoplanetas rocosos que orbitan enanas rojas.