Por Reve OROZCO
En la primera semana de junio trascendió que en la ciudad de Las Vegas un individuo que se autonombra “el Buky” aseguraba tener más de 60 días en huelga de hambre y afirmaba que no la suspenderá hasta que exista en los Estados Unidos de América una reforma migratoria amplia y comprensiva.
Actualmente la reforma migratoria de este país está en el mejor momento de su discusión entre los políticos de la Cámara alta, por lo tanto, en la lucha sobre dicho tema, no se requiere de mártires para avanzar en dichas negociaciones, por otro lado este improvisado actor ya estaría condenado a muerte, porque quienes conocen de política aseguran que, aunque está próxima una reforma migratoria no podemos esperar que será amplia y comprensiva, y menos rápida.
Una huelga de hambre consiste en la abstinencia de alimentos que se impone a si mismo una persona en forma voluntaria mostrando de este modo su decisión de morir si no consigue lo que pretende. Así, el proceso de transformación en el cuerpo humano, se presenta en tres fases:
El tiempo máximo de duración de la primera fase son 20 días, en este periodo se consumen las reservas de glucosa almacenadas en el hígado y en los músculos, utilizando la energía hepática de la oxidación de ácidos grasos a partir de las proteínas.
La segunda fase se puede extender como máximo hasta los cuarenta días de la huelga y el organismo pasa de consumir la glucosa y el glucógeno almacenados a consumir las grasas corporales, con lo cual se dañan órganos como el hígado, los riñones y afecta la función del corazón, afectando la circulación, también el cerebro empieza a fallar por la falta de riego, perdiendo algunas funciones.
La tercera fase se presenta a partir de los días 20 ó 30 de la huelga, dependiendo de cada organismo, pero hasta la fecha, los verdaderos huelguistas la han padecido antes del día 50 como máximo, en esta parte el deterioro se hace notable por el excesivo desgaste físico, ya no existe movilidad, constantemente se sufren pérdidas de conciencia por falta de energía, después del día 50, en cualquier momento puede llegar la muerte por inanición, la cual se puede presentar por falta de riego al cerebro o por insuficiencia cardiaca.
Cuando una huelga de hambre se inicia como una medida que busca espectacularidad y se realiza por personajes que no se ajustan a los lineamientos naturales de las luchas sociales, definitivamente concluyen entre burlas de quienes la conocieron. En esta ciudad sus detractores aseguran que después de 60 días el huelguista todavía tiene energías para pasear e incluso por su propio pie se va a dormir a un hotel del “strip”, también se comenta que lo han visto comer y tomar cerveza.
El 4 de marzo de 1995, Carlos Salinas de Gortari en la ciudad de Monterrey, inició una huelga de hambre diciendo que estaba dispuesto a arriesgar lo más valioso que tenía, que era precisamente su vida, los mexicanos tomaron el hecho no como un acto de valentía, sino como un acto digno de burlarse y dicha huelga se convirtió en una simple farsa.
Si con una huelga de hambre no se consigue lo que se pretende, el siguiente paso es el suicidio o la inmolación, qué podemos esperar en esta ciudad, después de la farsa que tenemos frente a nosotros, por que yo no creo que se llegue a tanto solo por no querer trabajar.