Por Darlene SUPERVILLE
El presidente Barack Obama dijo el lunes 27 que los estadounidenses deben honrar los sacrificios de los miembros de las fuerzas armadas, sobre todo ahora que el papel de combate de Estados Unidos en Irak ha terminado y que la participación del país en Afganistán está por concluir.
Al hablar en la ceremonia en el Cementerio Nacional de Arlington por el Día de los Caídos en Guerras, Obama dijo que le preocupa que los miembros de las fuerzas armadas del país no sean plenamente apreciados en una época en la que "la guerra no toca directamente a la mayoría de los estadounidenses". Dijo que no puede explicar ese fenómeno, pero agregó que podría tener algo que ver con el hecho de que las fuerzas militares están formadas por voluntarios y que la avanzada tecnología permite ahora que Estados Unidos lleve a cabo algunas misiones militares con mucho menos personal.
No obstante, Obama dijo que incluso después de "dar vuelta a la página" al haber salido de Irak, y de Afganistán a finales de 2014, "nunca debemos olvidar que la nación sigue en guerra".
Dijo que algunos efectivos y familiares de miembros de las fuerzas armadas "me mencionan su preocupación acerca de si el país aprecia" plenamente lo que ellos hacen.
Obama pronunció su discurso en el cementerio de Arlington cuatro días después de haber declarado en un importante discurso de seguridad nacional que Estados Unidos acabó con la organización terrorista al-Qaida, en particular a raíz de la muerte de Osama bin Laden, aunque las amenazas terroristas persisten y el país no puede darse el lujo de relajar su vigilancia.
Obama habló en una mañana bañada por el sol en el anfiteatro del Cementerio Nacional de Arlington tras colocar una ofrenda floral en la Tumba del Soldado Desconocido.
En su discurso, dijo que Arlington "siempre ha sido el hogar de hombres y mujeres que están dispuestos a darlo todo... para preservar y proteger la tierra que amamos".
Elogió el desinterés que "late en los corazones" de las fuerzas armadas uniformadas de Estados Unidos.
El mandatario mantuvo una tradición que estableció a principios de su presidencia, al detenerse en la sección 60 antes de partir, y caminó entre las tumbas de los caídos en las guerras de Irak y Afganistán. ARLINGTON, Virginia, EE.UU. (AP)