Cumbre de las Familias Trabajadoras

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La siguiente es una columna de opinión publicada en el Huffington Post, donde el presidente Barack Obama escribe sobre la importancia de la Cumbre de las Familias Trabajadoras de la Casa Blanca (llevada a cabo el 23 de junio en la Casa Blanca) y su compromiso con la creación de un lugar de trabajo del siglo 21 para todas las personas que viven en Estados Unidos.

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Las políticas del lugar de trabajo favorables para las familias son necesidades básicas

Por Barack Obama

Como presidente mi prioridad es la reconstrucción de una economía donde todos aquellos que trabajen duro tengan la oportunidad de salir adelante.

Ese es el tema de la primera Cumbre de las Familias Trabajadoras de la Casa Blanca, que se está llevando a cabo. Estamos reuniendo a líderes del comercio y a trabajadores para hablar sobre los desafíos que enfrentan los padres a diario y cómo podemos ocuparnos de ellos.

Tomemos la flexibilidad, la capacidad de tomar unas horas libres para asistir a una obra en la escuela o para trabajar desde la casa si su niño está enfermo. La mayoría de los trabajadores la quieren, pero no suficientes de ellos la tienen, aún cuando estudios demuestran que la flexibilidad hace que los trabajadores sean más felices y ayuda a las empresas a reducir la renovación de personal y aumenta la productividad.

Tomemos la ausencia por motivos familiares pagada. Muchos empleos no ofrecen un nivel adecuado de licencia para cuidar a un bebé nuevo ni a padre enfermo, de manera que los trabajadores puedan estar allí cuando sus familias más los necesitan. Y los Estados Unidos es el único país desarrollado en el mundo que no tiene licencia pagada por maternidad.

Tomemos el cuidado de los niños. La mayoría de las familias que conozco no puede pagar miles anuales para el cuidado de los niños, pero con frecuencia, es lo que cuesta. Recientemente recibí una carta de una señora en Minnesota cuyos servicios preescolares eran tan caros que cuestan mensualmente más que su hipoteca.

Y tomemos el salario mínimo. Casi 28 millones de personas que viven en Estados Unidos se beneficiarían si se eleva el salario mínimo a $10.10. Y no estamos hablando solamente sobre personas jóvenes en su primer trabajo, el trabajador promedio que se beneficiaría de un aumento tiene 35 años de edad. Muchos tienen niños. Y una mayoría son mujeres. En este momento, muchos trabajadores de tiempo completo que cobran el salario mínimo no ganan suficiente para mantener a sus niños fuera de la pobreza.

La licencia familiar, el cuidado de los niños, la flexibilidad y un salario decente no son adornos. Son necesidades básicas. No debieran ser premios, debieran ser fundamentales.

Los padres que trabajan tiempo completo debieran ganar suficiente para pagar las facturas e ir a trabajar a diario sabiendo que sus niños están en buenas manos. Los trabajadores que dan lo mejor de sí mismos saben que si necesitan un poco de flexibilidad, pueden obtenerla, debido a que sus empleadores entienden que es difícil ser productivo cuando se tiene niño enfermo en la casa o una crisis de cuidado del niño. Y las personas talentosas que trabajan duro debieran poder decir sí a una nueva oportunidad sin tener que preocuparse de que sus familias paguen el precio. Casi la mitad de todos los padres que trabajan encuestados dicen que han decidido rechazar un trabajo, no porque no lo querían, sino porque sería demasiado duro en sus familias. Cuando tantos miembros de nuestra fuerza laboral se ven forzados a escoger entre su trabajo y sus familias, algo está mal.

Algunas empresas se están dando cuenta que las políticas favorables para las familias son una buena práctica comercial, debido a que ayudan a aumentar la lealtad e inspiran a los trabajadores a hacer esfuerzos adicionales. JetBlue ofrece un plan de trabajo desde la casa flexible para sus representantes de servicio al cliente. Google aumentó a cinco meses su licencia para los padres y la tasa de mujeres que abandonan la empresa se redujo a la mitad. Cisco permite que sus empleado trabajen desde la casa en la medida que sea necesario y ellos calculan que les ahorra $275 millones anuales.

Y también hay un argumento económico más grande. La fuerza de nuestra economía depende de si estamos sacando el máximo provecho de todo el talento de nuestra nación, si estamos haciendo posible que todos nuestros ciudadanos contribuyan a nuestro crecimiento y prosperidad. Esa es la clave para mantener la competitividad en la economía mundial. Ahora, estamos dejando de lado a mucha gente que tiene ganas y capacidad para trabajar, pero que está limitada por un obstáculo u otro. Eliminar esos obstáculos es nuestro deber. De eso se trata justamente, de apoyar a las familias.

Los estados también están participando. California, Rhode Island y Nueva Jersey ofrecen ausencia por motivos familiares pagada a los trabajadores. Connecticut y Nueva York ofrecen días de ausencia por enfermedad pagados. Desde que le pedí al Congreso que aumente el salario mínimo el año pasado, 13 estados han tomado medidas para aumentarlo por su cuenta.

Pero todas las personas que viven en Estados Unidos deberían beneficiarse de estas políticas. Es por eso que necesitamos generar resultados aquí en Washington.

Trabajaré junto a cualquiera, Demócratas o Republicanos, para incrementar las oportunidades para las personas que viven en Estados Unidos y trabajan. Pero en este año de acción, siempre que pueda actuar por mi cuenta, lo haré.

Firmaré un Memorándum Presidencial indicando a todas las agencias del gobierno federal que amplíen el acceso a horarios de trabajo flexibles y que les den a los empleados el derecho de pedirlos.

Le estoy pidiendo al Congreso que pase la Ley de imparcialidad para las trabajadoras embarazadas, porque muchas mujeres embarazadas que trabajan se ven forzadas a elegir entre su salud y su trabajo.  Se les puede despedir por ir muy seguido al baño, o se les puede forzar a tomarse una licencia sin sueldo simplemente por estar embarazadas. Esto es inhumano y tiene que acabar.

Y para ayudar a los padres que están tratando de salir adelante, le pedí a mi Secretario de Trabajo que invierta $25 millones para ayudar a quienes quieran inscribirse en programas de capacitación laboral, pero que actualmente no tienen acceso al cuidado de niños que necesitan para ello.

Para mí esto es una cuestión personal; como hijo y nieto de mujeres tenaces que trabajaron arduamente para mantener a mi hermana y a mí; como el esposo de una mujer brillante quien lucha por mantener un equilibrio entre su trabajo y la crianza de nuestras jovencitas cuando mi trabajo a menudo me mantiene alejado; y como el padre de dos hermosas niñas, con las que quiero estar en la medida de lo posible, y quienes espero que un día tengan una familia y una carrera propia.

Sabemos por la historia que a nuestro país le va mejor cuando todos participan; cuando los talentos de todos se ponen en uso; cuando todos tenemos una oportunidad justa. Esos son los Estados Unidos en los que yo creo. Esos son los Estados Unidos por los que voy a continuar luchando cada día.

Esta columna de opinión por el presidente Obama se publicó en el Huffington Post.

 

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