Autoridades aduanales mexicanas dijeron que haber reducido significativamente su horario de trabajo contribuirá a agilizar el flujo del comercio con Estados Unidos, pero la medida ha causado congestionamientos de tránsito en un puerto en Nuevo México.
El Servicio de Administración Tributaria de México comenzó el 4 de julio a reducir sus horas de trabajo en todas sus oficinas aduaneras en la frontera con Estados Unidos.
Los funcionarios dijeron a The Associated Press que los cambios los ayudarán a aprovechar mejor el personal, la tecnología y la infraestructura para el procesamiento de las mercancías.
Sin embargo, los mexicanos que pretenden salir por Santa Teresa hacia México con vehículos usados que compraron en Estados Unidos han expresado su descontento con el nuevo horario.
Los conductores que el miércoles hicieron una fila de más o menos un kilómetro y medio (una milla) de largo dijeron al periódico Albuquerque Journal (http://bit.ly/W18O ) que tuvieron que esperar varias horas o incluso toda la noche para cruzar hacia México.
“Esto está muy mal”, dijo Carlos Cruz, quien estaba varado en la fila bajo el calor con su camioneta deportiva Chevrolet Tahoe usada. “Tengo otros dos días para cruzar, pero con esta fila, imagínese”, agregó.
Los conductores deben entregar la factura del vehículo a la Policía de Aduanas y Protección Fronteriza para que la verifique por lo menos 72 horas antes de la exportación a fin de impedir el tráfico de unidades robadas.
Después, el vehículo debe ser exportado antes de siete días. El congestionamiento se ha agravado debido a que los camiones de carga que se dirigen hacia el sur comparten la misma carretera.
Coches y camiones de carga, baratos, usados e incluso descompuestos procedentes de Estados Unidos y Canadá son populares entre los consumidores mexicanos. Para muchos estos vehículos representan la opción de hacerse de uno. Algunas unidades son para vendedores de autos o para establecimientos de refacciones usadas en Ciudad Juárez, México.
Claudia Salas, que conducía un Volkswagen Jetta para un vendedor, dijo que tenía previsto pasar la noche en el vehículo a fin de conservar su lugar en la fila.
“El problema es que la gente no respeta la fila”, dijo Salas. “Si no paso este coche no ganaré nada de dinero”, apuntó.
Una previsión en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte abrió la frontera a los vehículos en el 2005. Según la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz, desde entonces se han importado a México alrededor de 7,5 millones de vehículos. Más de 226 mil se importaron en mayo de este año.
Rubén Jáuregui, portavoz de la Policía de Aduanas y Protección Fronteriza en El Paso, Texas, cuyo campo de operaciones abarca Nuevo México, dijo que Santa Teresa es el único puerto aduanero con un carril para el procesamiento de vehículos. En consecuencia, es uno de los puertos con tránsito más intenso.
Por su parte, funcionarios de Aduanas y Protección Fronteriza dijeron que no registran el mismo congestionamiento de vehículos en otros puertos aduaneros en California, Texas y Arizona. SANTA TERESA, Nuevo México, EE.UU. (AP)