Por Lindsey TANNER
Muchos padres y madres en Estados Unidos han estado presionando a los médicos para que demoren la aplicación de las vacunas a sus bebés, pero un estudio indica que esa tendencia ha tornado a sus niños y a otros vulnerables a enfermedades prevenibles.
Las conclusiones se hallan en una encuesta nacional a pediatras y médicos generales a quienes les preguntaron sobre los pedidos de los padres para postergar algunas de las muchas vacunas recomendadas por los niños menores de dos años. Casi todos los encuestados dijeron que por lo menos algunos padres habían solicitado demorar las vacunas y uno de cada cuatro dijo que el número de padres que lo solicitaban había aumentado desde el año anterior.
Otros datos sobre la encuesta publicada en la edición del lunes 2 del órgano informativo Pediatrics:
EL ESTUDIO
Los investigadores consultaron a 534 médicos por correo electrónico o postal en 2012. Los participantes eran miembros de la Academia Estadounidense de Pediatría y la Academia Estadounidense de Médicos Generales, los dos grupos principales de médicos que tratan a niños. Uno de cada cinco dijo que por lo menos el 10% de los padres había solicitado demorar las vacunas durante más meses de lo recomendado.
La mayoría de los médicos dijo que esa práctica pone en peligro a los niños de contraer enfermedades prevenibles y que podría desembocar en brotes de enfermedades, pero aun así la mayoría dijo que a veces accedía a esas demoras. Solo el 3% dijo que a menudo o siempre les decían a los padres que insistían en las demoras que cambiaran de médico.
LAS PREOCUPACIONES
Las posibles repercusiones son preocupantes y ocurren “ahora mismo durante un brote de sarampión”, dijo la doctora Allison Kempe, investigadora de la Universidad de Colorado y miembro del comité asesor de vacunas en los Centros para Control y Prevención de las Enfermedades. Más de 150 personas en varios estados han contraído el sarampión, incluso infantes demasiado jóvenes como para ser vacunados. La mayoría de los casos están vinculados con un brote en Disneyland en California, que probablemente comenzó con un visitante que trajo la enfermedad.
Los médicos se preocupan de que niños no vacunados o con vacunación insuficiente se enfermen y propaguen la enfermedad.
RECOMENDACIONES DE VACUNACION
Para los niños menores de dos años se recomiendan vacunas contra 14 enfermedades, a partir del nacimiento y administradas cada pocos meses. Algunas son combinaciones para más de una enfermedad. La vacuna para el sarampión también protege de las paperas y la rubeola. Según el protocolo recomendado, los pequeños podrían recibir cinco vacunas a la vez.
Algunos padres desean demorar las vacunas espaciándolas, en parte para impedir que sus niños reciban tantos pinchazos en una sola consulta. Los médicos encuestados dijeron que los padres también manifiestan preocupación por posibles complicaciones a largo plazo y otros riesgos de las vacunas, que los expertos médicos consideran infundados. El estudio no preguntó a los médicos qué vacunas les pedían demorar.
El plan de vacunas recomendadas se basa en la investigación acerca del plan más efectivo para prevenir las enfermedades. Demorar una vacuna dispuesta para una edad determinada significa que podría ser menos efectiva. También aumenta la probabilidad de que los niños nunca sean vacunados debido a que sus padres están muy ocupados u olvidan programar otra visita al médico, dijo el doctor Robert Frenck, especialista en enfermedades infecciosas en el Centro Médico del Hospital de Niños de Cincinnati, quien no participó en el estudio.
“La gente no comprende que estas enfermedades están presentes. (Las vacunas) las tienen a raya. Si la gente deja de vacunar, las enfermedades reaparecen”, sentenció Frenck. CHICAGO (AP)