No hay nada que asuste más a los dictadores que darse cuenta que la gente, de verdad, no los quiere. Los dictadores, en su burbuja, se creen amados, temidos y necesitados.
Bueno, en Cuba se acaba de romper la burbuja con la primera encuesta independiente en más de 55 años.
Los encuestadores, por supuesto, no pidieron permiso. Empleados de la empresa Bendixen & Amendi entrenaron a cubanos de la isla para hacerle 79 preguntas a 1,200 personas en 16 provincias. La encuesta -para las empresas Univision y Fusion (donde trabajo) y para el diario The Washington Post- es el mejor y más preciso retrato que existe sobre la dictadura cubana. Por fin conocimos a Cuba desde dentro (y no las versiones encontradas del exilio y del gobierno).
“No les pedimos permiso porque ese no es el protocolo en ningún país”, me dijo Fernand Amandi, uno de los coordinadores de la encuesta. “Acabamos de hacer tres encuestas en México y tampoco le pedimos permiso a Peña Nieto. Pero nuestro temor es que nos fueran a descubrir e interrumpir en Cuba. El otro miedo es que fueran a detener a las personas que entrevistamos.”
Se le ofreció absoluta anonimidad a los encuestados –no hay registros de nombre, teléfonos o dirección- y, por fin, después de dos intentos fallidos en el 2004 y en el 2006, se realizó el trabajo de campo durante 10 días.
Una de las principales conclusiones es que Cuba es una isla con miedo. Por eso es difícil saber lo que realmente piensan los cubanos. Tres de cada cuatro cubanos tienen temor de expresar sus opiniones en público. No es para menos en una isla donde no hay democracia ni elecciones multipartidistas, con prisioneros políticos y una constante represión contra los disidentes.
Otro dato fuerte es que los cubanos rechazan su sistema económico (79%) y a sus dos líderes principales. Un 48 por ciento tiene una opinión negativa de Raúl Castro y un 50 por ciento también rechaza a Fidel Castro. Por eso hay urgencia de un cambio.
“La encuesta demuestra a una población hambrienta de un cambio radical y total”, me dijo Amandi. Eso no es algo que quieran escuchar los dictadores. Barack Obama y el Papa Francisco son dos veces más populares que Raúl y Fidel.
Además de cambiar de sistema de gobierno, los cubanos quieren lo mismo que todos nosotros: internet –solo el 16 por ciento tiene acceso-, buenos empleos y dinero -34 por ciento dependen de las remesas desde el exterior- y ¡sorpresa! irse a vivir al exterior. Cincuenta y cinco de cada 100 cubanos se quieren ir a vivir a otro lado. (Para ser justos, si le preguntáramos lo mismo a los venezolanos, mexicanos u hondureños, seguramente veríamos cifras igual de altas.)
Cuba dirá que todo esto es propaganda del imperio o, peor aún, una campaña de desprestigio coordinada por la CIA. No es cierto. La encuesta también es durísima contra el gobierno norteamericano: 96 por ciento de los cubanos rechaza el embargo o bloqueo de Estados Unidos contra la isla.
La encuesta nos deja ver cómo es una dictadura por dentro y cómo, poco a poco, se le están rompiendo las costuras. Por eso, durante 55 años, los Castro no habían permitido una. Pero no hay nada que pueda detener una idea cuando su tiempo ha llegado. Y para los cubanos en Cuba, esta es la liga de la encuesta: http://huelladigital.univisionnoticias.com/encuesta-cuba/ . Ojalá la puedan leer allá… sin miedo.
Posdata de los Ex. Los ex son muy valientes. Ahora se atreven a hacer cosas que antes ni siquiera consideraban. Me refiero, por supuesto, a los 25 expresidentes latinoamericanos que enviaron una carta para denunciar la “alteración democrática” en Venezuela. Traducción: que en Venezuela se violan los derechos humanos y que Nicolás Maduro gobierna como un dictador. Muchos de estos ex, cuando estaban en el poder, jamás le alzaron la voz a Maduro o a Hugo Chávez. Tarde, cierto, pero su intención se agradece. Es vergonzoso que la gran mayoría de los actuales presidentes latinoamericanos no se haya atrevido a denunciar los atropellos en Venezuela durante la Cumbre de las Américas. Pero ya los conocemos.
Lo mismo ocurrió con la legalización de la mariguana. El único presidente en funciones que se ha atrevido a legalizarla fue José Mujica de Uruguay. Todos los demás llegaron tarde a la fiesta. Cesar Gaviria de Colombia, Fernando Henrique Cardoso de Brasil y Vicente Fox de México se esperaron hasta dejar el poder para apoyar la despenalización de las drogas. Qué triste tener que esperar a ser un ex para decir lo que de verdad piensas.