Como parte de las acciones para exigir el cese de las deportaciones y la aprobación de una reforma migratoria integral este año, cientos de personas participaron en una marcha por las calles de Los Ángeles.
Con uno de los más bajos niveles de participación de las últimas marchas, la movilización del sábado 22 fue convocada por la Coalición por los Derechos Plenos de Inmigrantes por una Reforma Migratoria.
“Necesitamos alertar que estamos en un peor momento que en el 2006, cuando millones salieron a protestar por calles de Estados Unidos”, consideró Raúl Murillo, de la Hermandad Mexicana Nacional.
“La gente tiene que entender que necesitamos seguir marchando porque hay más de dos millones de deportados con la administración (del presidente Barack) Obama y un número récord de familias separadas”, aseveró Murillo.
“Al mismo tiempo le exigimos al presidente Barack Obama que cumpla con su palabra de que está con los inmigrantes y emita una orden ejecutiva que pare las deportaciones”, enfatizó.
“Por eso urgimos al Congreso que antes de las elecciones del 2014 resuelva la reforma migratoria que legalice a unos 11 millones de inmigrantes indocumentados y no hasta el 2017, como se está especulando”, añadió el activista.
La directora de Hermandad Mexicana Trasnacional, Gloria Saucedo, llamó al pueblo inmigrante a no bajar los brazos y a mantenerse unidos en la lucha.
“Hay mucha gente y hasta organizaciones latinas que dicen que estas marchas ya no sirven, pero en la historia los grandes movimientos han tenido movilizaciones y protestas”, sostuvo.
Asimismo, recordó que “tenemos a cinco millones de niños viviendo en la angustia y la tensión por el riesgo de que sean separados de sus padres indocumentados y por ellos hay que hacer la reforma”.
Entre los manifestantes se encontraba la niña Jessi Vargas, de 10 años, cuyo padre se encuentra a punto de ser deportado a México.
“Vine aquí con mis hermanitos a pedirle al presidente Obama que pare las deportaciones y a decirle que si ha pensado qué haría si lo separaran de sus hijos por leyes migratorias injustas”, señaló la menor.
Su padre, Mario Vargas López, quien tenía dos trabajos para mantener a sus cinco hijos, fue detenido cuando se dirigía a uno de sus empleos y entregado a las autoridades migratorias. Los Ángeles (NOTIMEX)
