Así lo llamamos quienes lo conocimos debido a su ascendencia libanesa, de la cual siempre se mostró orgulloso. José Sulaimán, qepd., nació en Ciudad Victoria, pero creció en Ciudad Valles, Tamaulipas, en México, y la razón por que escribimos acerca del desaparecido presidente del Consejo Mundial de Boxeo, es porque lo conocimos desde los años en que se iniciaba la carrera triunfal de Julio César Chávez, cuando todavía los campeones eran de solo dos organizaciones, el Consejo Mundial de Boxeo (CMB), presidido por Sulaimán - hasta la fecha el más respetado - y la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), campeones de estas organizaciones que frecuentemente se enfrentaban entre si para unificar los títulos y producir un solo campeón indiscutible, cuando solo existían ocho categorías: mosca, gallo, pluma, ligero, welter, medio, semi-completo y completo.
Esto ocurrió hasta los tiempos de Roberto Durán y principios de Julio César Chávez, cuando nos tocó entrevistar a Don José en el Hotel Hilton de Las Vegas, con foto del inseparable Francisco Alejandre. Luego surgió la OMB, y... de ahí pa’l real, brotaron chorrocientas organizaciones, pues si se fija usted, actualmente todas los encuentros son de campeonato, de algo, de plata, del barrio, etc., y todos los boxeadores suben al ring mostrando tremendo cinturón, Made in China, atravesado en el torso. Claro, estos jóvenes no tienen la culpa.
Recordemos pues de entre las muchas cosas que hizo Don José, no solo las buenas, sino las humanistas que hizo por el boxeo en los 38 años que estuvo al frente, desde que fue nombrado presidente del CMB en Túnez, a finales de los años 70´s, entre las que podemos mencionar haber rediseñado los guantes de box dándoles menor peso y con el dedo pulgar unido al guante para evitar que los púgiles se piquen los ojos; aumentar una cuerda más al ring para proteger la cabeza de los boxeadores cuando caen; reducir las peleas de 15 a 12 rounds, después de un estudio que reveló que las muertes de los peleadores ocurrían por agotamiento y exceso de castigo entre los rounds 12 y 15; creando al mismo tiempo el seguro del boxeador y las subdivisiones desde peso paja, mosca, súper mosca, gallo, súper gallo, pluma, super pluma o ligero jr, welter y super welter, etc., admitiendo igualmente, según nos confesó, que permitió en contra de su voluntad, pero estando ellas en todo su derecho, las peleas entre féminas, creando aparte de esto, tantas y tantas cosas que serían largas de enumerar, dedicando su vida entera para quitarle un poco de brutalidad a este deporte. Ahora seguramente su vástago, o quien venga atrás tratará de llenar el enorme hueco que dejó Sulaimán. Tarea que se antoja harto difícil. Descanse en paz pues, alguien a quien siempre se le recordará por haber dejado una enorme huella en el arte de Fistiana.
¿PODRÁ EL EJÉRCITO EVITAR QUE MICHOACÁN SE COLOMBIANICE?
Pensamos que sí. Y déjenos decirle por qué. Lo que actualmente ocurre en la región de la Tierra Caliente, significa que esto no sucede en todo Michoacán. Lo que pasa es el resultado de un problema que lo han dejado crecer hasta el punto, que en ciertas regiones, al estilo del viejo Chicago, los temidos Zetas impusieron cuotas, o derecho de piso, a todos los productores de aguacate, limón, etc., y no conformes con eso, se fueron sobre los negocios como tiendas de abarrotes, etc. Y el colmo, llegaron a pedirles a los gobiernos municipales exigiéndoles una cuota del presupuesto que reciben del gobierno, so pena de que si abrían la boca, no solo ellos, sino sus familiares podrían desaparecer en un accidente o en una balacera de las que seguido armaban para intimidar a toda la población. Así de sencillo. Hasta que, según fue revelado en una entrevista con Adela Micha, primeramente un grupo de los llamado de “autodefensa” se organizó, y tomando las leyes en sus manos decidió eliminar a sangre y fuego a los temidos Zetas. Lo qué, de acuerdo al entrevistado, después de muchos muertos y decapitados provocó la huída hacia el norte a los temidos Zetas. Pero... ¿Qué pasó con este grupo salvador?... pues que solo cambió de nombre y se convirtió en Los Caballeros Templarios, que después de tomar posesión de la región, resultaron peores, pues solamente las cuotas y derecho de piso cambiaron de recipientes. Todo esto ocurrió al final del sexenio de Felipe Calderón, nativo de Michoacán, a pesar de haber enviado el ejército, al cual los malosos enfrentaron con un bien planeado sistema de guerrillas por los llamados Caballeros Templarios, teniendo como su mejor fuente de ingresos el Puerto de Lázaro Cárdenas, en donde su entrada principal la proporcionaban las drogas sintéticas procedentes de China, y así fue como estas bandas de extorsión solamente cambiaron de nombre, de ser los temidos Zetas a los Caballeros Templarios, iguales o peores.
Todo esto provocó un estudio profundo en el gobierno de Enrique Peña Nieto, quien primero envió a un grupo de observadores de la Secretaría Gobernación, que encontró que nuevos grupos de ciudadanos, generalmente propietarios de siembras de aguacate y limón, más cientos de ciudadanos, nuevamente han formado un grupo armado de “autodefensa”, que unidos han hecho casi desaparecer a los Templarios. Solo que el ciudadano común teme que ocurra lo mismo que cuando hicieron huir a Los Zetas, por lo que esta vez el gobierno ha nombrado a un súper secretario o “zar de las drogas,” como lo llamarían en USA, de nombre Alfredo Castillo, que a su favor tiene haber limpiado Tijuana, y para empezar tomó las instalaciones del importante puerto de Lázaro Cárdenas, y desde ahí ha venido barriendo pueblo tras pueblo, logrando reestablecer la paz, quedando como único problema el desarme de estos nuevos grupos llamados de “autodefensa”, propietarios de ranchos, quienes hasta ahora se han negado a deponer las armas, con el resultado que al parecer este súper secretario ha hecho un pacto con ellos, no desarmándolos, sino pidiéndoles discretamente que oculten sus armas y dejen al ejército ejercer su función, lo cual según la entrevista con Adela Micha, parece ha dado buenos resultados, pues las regiones de la llamada “Tierra Caliente” del estado de Michoacán se ha empezado a enfriar. Esperamos que así siga.
Y sin otra cosa por el momento... nosotros seguiremos... Corro...borando.