Encuentran 21 cuerpos más entre los restos del avión derribado

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Los equipos de rescate recuperaron el lunes 21 más cuerpos en la zona del derribo del vuelo de Malaysia Airlines, en el este de Ucrania, donde murieron sus 298 pasajeros.

El caótico rescate, que se vio empañado por un corte de luz en el tren frigorífico que iba a transportar a muchos de los muertos, continuó antes de conocerse el resultado de una votación prevista para más tarde por el Consejo de Seguridad de la ONU sobre una resolución propuesta por Australia en la que se exige el acceso internacional total al escenario del derribo y un alto al fuego en la zona.

La presión ha ido aumentando en torno al presidente ruso, Vladimir Putin, a quien los Estados Unidos y otros aliados acusan de haber apoyado y armado a los rebeldes, para controlar a los insurgentes en Ucrania y permitir una investigación a gran escala. Los rebeldes pro-rusos han sido culpados del derribo a lo largo y ancho del mundo.

El presidente ruso, Vladimir Putin, ha arremetido contra aquellos que utilizan el derribo de un avión de pasajeros en el este de Ucrania para “objetivos de mercenarios”, dijo el lunes 21 en el Kremlin.

En un comunicado publicado en la página web del Kremlin, Putin nuevamente criticó a Ucrania por constante violencia contra los rebeldes pro-rusos en la parte oriental del país. Argumenta que la tragedia se está utilizando para los “objetivos de mercenarios” de los otros, aunque no define específicamente a que otros se refiere.

Putin añadió que apoya una investigación del accidente por un “equipo completo de expertos”, bajo los auspicios de la Organización de Aviación Civil Internacional, una agencia de la ONU.

Putin dijo que Rusia estaba haciendo todo lo posible para permitir que un equipo de expertos de la Organización de Aviación Civil Internacional, una agencia de las Naciones Unidas, pudiera investigar la escena. Asimismo, criticó una vez más a las autoridades de Ucrania en Kiev por reavivar los enfrentamientos con los rebeldes pro-rusos que controlan el lugar del derribo.

“Podemos decir con confianza que si la lucha en el este de Ucrania no se hubiera renovado el 28 de junio, esta tragedia no habría ocurrido”, dijo Putin. “Nadie debe o tiene un derecho de uso de esta tragedia para tales objetivos mercenarios.”

Durante la mañana del lunes 21, los equipos de rescate locales apilaron 21 bolsas negras con cadáveres a un lado de la carretera en Hrabove. No estaba claro cómo de rápido serían transportados a los vagones refrigerados en la cercana ciudad de Torez, donde están detenidos los demás cuerpos.

Mientras tanto, a 15 kilómetros (9 millas) de distancia del lugar del accidente, en Torez, los cuerpos de los casi 200 pasajeros permanecían dentro de los vagones en una estación de tren. Un ingeniero del tren, dijo a The Associated Press que el sistema de refrigeración de los vagones había estado apagado toda la noche, pero no tenía claro por qué. Según el ingeniero, el sistema de enfriamiento volvió a ponerse en marcha durante la madrugada del lunes 21.

Un reportero de The Associated Press ubicado en el lugar de los hechos dijo que el olor de los cuerpos en descomposición era más pronunciado que el domingo 20, cuando los restos fueron llevados a los furgones en Torez.

Los caóticos esfuerzos para recuperar los cuerpos e investigar el siniestro han despertado la indignación internacional, al ver como los rebeldes pro-rusos han obstaculizado los esfuerzos de las autoridades ucranianas e internacionales. Más de tres días después de que el avión se estrellase, los investigadores internacionales seguían teniendo un acceso limitado a la zona de la tragedia.

Un equipo de observadores internacionales, entre cuyos miembros viajan tres personas del Instituto holandés de Investigaciones Forenses, visitará el lunes 21 tanto Torez como el lugar del accidente.

La noche del domingo 20, la agencia de servicios de emergencia de Ucrania dijo que el número total de cuerpos encontrados era de 251.

Putin se encuentra bajo una creciente presión internacional para frenar a los rebeldes en Ucrania y permitir a los inspectores internacionales investigar el lugar del derribo del vuelo de Malaysia Airlines abatido el jueves 17 sobre Ucrania, matando a las 298 personas a bordo.

Desde que un avión de pasajeros del Malaysia Airlines fue derribado el jueves 17 sobre Ucrania, matando a todos sus pasajeros, tanto Estados Unidos como otras potencias occidentales han culpado a Moscú, explicando que fueron los rusos los dieron suministro y entrenamiento a los rebeldes de Ucrania.

El domingo 20 Estados Unidos presentó lo que calificó como “poderosa “ evidencia de que los rebeldes derribaron el avión con un misil ruso tierra-aire.

“Rusia está apoyando a estos separatistas. Rusia está armando a estos separatistas. Rusia está entrenando a estos separatistas”, dijo el secretario de Estado John Kerry en declaraciones al programa de la CNN “State of the Union”

Los líderes de Gran Bretaña, Francia, Alemania y Australia también hablaron con Putin por teléfono la noche del domingo 20. Los ministros de Exteriores europeos se reúnen en Bruselas el martes 22 para considerar nuevas sanciones contra Rusia.

La indignación internacional ha crecido al saberse que los investigadores todavía sólo tienen un acceso limitado al escenario donde cayó el avión.

Los rebeldes pro-rusos apilaron cerca de 200 cadáveres del avión derribado de Malasia en cuatro furgones refrigerados el domingo 20 en el este de Ucrania, y hasta el escenario del derribo se trasladaron grúas para mover grandes trozos del Boeing 777, hechos ambos que provocaron la condena internacional al entender que estaban manipulando las pruebas .

Más de tres días después de que el avión se estrellase, los investigadores internacionales seguían teniendo un acceso limitado a la zona donde cayó el avión.

Diplomáticos del Consejo de Seguridad de la ONU tuitearon el domingo 20 que el consejo votará la tarde del lunes 21 sobre un proyecto de resolución copatrocinado por Australia, Francia y Lituania, que exige el pleno acceso al lugar del accidente y una investigación independiente. Los diplomáticos se reunieron para discutir el tono del lenguaje hasta después de la medianoche del lunes 21, después de una reunión de emergencia del consejo sobre la situación en Gaza.

Pero crece la impaciencia. El primer ministro británico, David Cameron, dijo en un explosivo artículo de opinión publicado por el Sunday Times, que “el creciente peso de la evidencia” sugiere que los rebeldes derribaron el avión, y si esto es así, “este es un resultado directo de Rusia desestabilizando un Estado soberano, violando su integridad territorial, y apoyando, entrenando y armando a milicias de matones”.

El primer ministro australiano, Tony Abbott, cuyo país perdió 28 ciudadanos en la tragedia, dijo Putin “había dicho todas las cosas correctas” durante su conversación telefónica para garantizar que se llevaría a cabo una investigación internacional sobre el desastre.

“Ahora voy a tratar de asegurar que Australia consiga que esto ocurra en la medida de lo humanamente posible”, dijo Abbott Sydney en la Radio 2GB el lunes 21. “El sitio está siendo tratado más como un jardín que como el escenario de una investigación forense, y esto es completamente inaceptable”. Las autoridades rusas han culpado al gobierno de Ucrania por crear la situación y el ambiente en el que fue derribado el avión, pero aún tienen que abordar las denuncias directas de que los separatistas fueron responsables del derribo o estaban operando con la asistencia técnica de Moscú.

El escenario del accidente, de unos 109 kilómetros cuadrados (42 millas cuadradas) se extiende a través de tierras de cultivo y pequeños pueblos; el domingo 20 presentaba un paisaje totalmente diferente tras el paso de los rebeldes armados que habían montado guardia mientras decenas de cuerpos yacían expuestos al calor del verano. Los rebeldes se habían ido trasladando 192 cuerpos a varios vagones frigorífico de Torez, ciudad controlada por los pro-rusos, a unos 15 (nueve millas) de distancia de la zona del siniestro.

El gobierno de Ucrania, dijo en un comunicado publicado en su sitio web que un segundo tren con cuatro vagones refrigerados había llegado a la estación de Torez. Los miembros de los equipos de emergencia a los que los rebeldes permitieron operar bajo su control vieron como varias grúas movían las piezas del avión, aparentemente en busca de más cuerpos.

El domingo 20 por la noche la agencia de servicios de emergencia de Ucrania dijo que el número total de cuerpos recuperados era de 251, con decenas de miembros sin identificar.

Kerry expresó su indignación por el comportamiento “grotesco” de los rebeldes en la escena del accidente.

El primer ministro holandés, Mark Rutte, cuyo país perdió 192 ciudadanos en el avión, dijo en una conferencia de prensa que la repatriación de los cuerpos era su “Prioridad número uno”.

Dijo que orientaría todos los esfuerzos para conseguir el tren con los cuerpos entrara en “territorio controlado por Ucrania”, y agregó que un avión militar holandés había sido enviado a Kharkiv para establecer un centro de coordinación. MOSCÚ (AP)

 

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