En los Estados Unidos continúan las protestas contra los abusos de policías (con los casos de Ferguson y de Nueva York los más conocidos), y en México por los 43 jóvenes desaparecidos. Las Vegas no se ha escapado de las manifestaciones y llama la atención que los manifestantes portan carteles con los dos temas.
Son situaciones y países diferentes, pero con una constante: hay abuso de autoridades y el malestar social se multiplica.
En los Estados Unidos, por mencionar los casos más relevantes y recientes, dos hombres de raza negra murieron a manos de policías blancos. No son casos aislados pero sí de mucha resonancia nacional y parece ser que desbordaron la paciencia social. Por eso en muchas ciudades del país no cesan las protestas, encabezadas por gente de origen afroamericano pero con participación de todas las razas.
Se expresan tirados en el suelo, levantando los brazos y gritando “No disparen” o “No puedo respirar” en recuerdo de que el muchacho afroamericano de Ferguson murió baleado, y el hombre de Nueva York murió ahorcado, ambos a manos de policías blancos.
En el caso de México como se sabe hay 42 jóvenes estudiantes desaparecidos (uno ya fue identificado como muerto) pero se ha dado a conocer el caso de otros 17 jóvenes también desaparecidos. Y eso no es todo porque también se deben recordar los 11 de la Ciudad de México que un día los secuestraron de un antro y los muchos que engrosan las estadísticas de secuestros y asesinatos.
Es público que la inseguridad y los frecuentes ataques a los derechos humanos en México son cosa seria, tanto que en otras partes del mundo hay indignación y también protestas.
En los Estados Unidos, en ciudades donde viven comunidades mexicanas las protestas contra el gobierno mexicano se han multiplicado y eso incluye a Las Vegas.
Es notable que las manifestaciones de indignación por los sucesos en México son espontáneas, de gente que en su mayoría por lo regular no se expresa. En las manifestaciones frente al consulado de México, junto al letrero de bienvenida a Las Vegas, o en calles del centro de Las Vegas hay algunos líderes de opinión conocidos.
Pero en su mayoría las protestas se nutren con gente que no es activista y lo que pide es respeto a los derechos humanos de los mexicanos; pide el respeto a la vida de los desaparecidos; pide la renuncia de las autoridades incluso del mismo presidente.
Debe reconocerse que los acontecimientos en México han desatado el enojo de los mismos mexicanos allá en el estado de Guerrero, donde ocurrió la desaparición de los 43 estudiantes, pero también en diversas ciudades del país. El enojo e indignación han tenido eco en los Estados Unidos y en Las Vegas, y eso debe tomarse muy en serio.
Los abusos policiacos en Estados Unidos, y la inseguridad en México son motivo de malestar social y por lo tanto impulsan las protestas, muy lógico de las sociedades cuando algo anda mal. Ojalá que las demandas sean escuchadas, que tanto desgaste y daños sirvan para mejorar la paz y la convivencia social. Mejor eso que esperar milagros de la Virgen de Guadalupe.