Editorial: Policías caídos... merecido homenaje

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El camino del deber se encuentra frente al sendero del egoísmo

 

Cada año se rinde homenaje a aquellos oficiales que han la vida en el cumplimiento del deber.

El 7 de marzo es una fecha que no debe pasar nunca inadvertida, es el ‘Día Internacional de los oficiales de Policía Caídos’, esos que deben vivir en el recuerdo de todos.

Al proclamar el 7 de marzo, la intención es generar conciencia en la población mundial, acerca de los riesgos permanentes que afrontan los funcionarios policiales que brindan un servicio público a la comunidad.

La efeméride pretende inspirar a las generaciones futuras en esta loable función que ejercen los policías, con ética, profesionalismo y vocación de servicio. Ellos son defensores del orden y las leyes, muchas vveces poniendo en riesgo lo más valioso: la vida.

La labor de los funcionarios policiales en cualquier parte del mundo se centra fundamentalmente en servir a la comunidad, la protección a personas y bienes, así como hacer cumplir la ley.

Cada año, por ejemplo, se rinde homenaje al oficial Raúl Elizondo, quien perdió la vida a manos de un delincuente el 30 de enero de 1995, solo contaba 27 años, con un mundo de posibilidades por delante. Fue escogido en 1994 como oficial del año.

La creación del ‘Día Internacional en Recuerdo de los Oficiales de Policía Caídos’ fue una iniciativa de las autoridades de INTERPOL, con el objetivo primordial de rendir homenaje a todas las bajas policiales ocurridas a instancia internacional en el cumplimiento de sus funciones.

La efeméride comenzó a celebrarse el 7 de marzo de 2019, con ello se pretende brindar apoyo a los familiares de estos oficiales de la Policía en todo el mundo, ellos sacrificaron sus vidas por el bien común, el cumplimiento de la ley, algo que para ellos es prioritario.

Izar la bandera de los Estados Unidos (de 13 barras y 50 estrellas), escuchar el himno, guardar un minuto de silencio en honor a los héroe -tal como ha ocurrido para recordar a Elizondo-, resulta sin dudas emocionante, estremecedor, merecido. 

Siempre se debe recordar a los oficiales caídos con solemnidad. Padres de alumnos pertenecientes a la escuela que lleva el nombre de Raúl Elizondo han reiterado el orgullo que experimentan al conocer detalles de la vida del oficial, lo que fue capaz de conseguir, de hacer en tan poco tiempo, su carisma, la manera en que se involucró con sus compañeros y la comunidad.

““Para nosotros es importante participar en el homenaje que se le dedica a Elizondo, estamos orgullosos de que nuestros dos hijos asistan a esta escuela, también de haber conocido a los padres del héroe”, subrayan con sus rostros serios”.

Es justo agradecer a cada oficial de la Policía por su valentía, su dedicación y compromiso, por su servicio en bien de la seguridad ciudadana, el trabajo que llevan a cabo, comprender que exponen sus vidas en cumplimiento del deber, encaran lo mal hecho, lo hacen de manera desinteresada, sin esperar más que el agradecimiento.

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