El pasado 5 de marzo se materializó el ‘Miércoles de Ceniza’. Muchas personas, después de la misa matutina, mostraron en la frente la cruz de ceniza. Como apuntan los estudiosos del tema, es el inicio de la preparación, en que los cristianos se enfocan en renovar su relación con Dios.
Recuerda que eres polvo y en él te convertirás... es el mensaje de la cruz de ceniza en la frente, durante los llamados Miércoles de Ceniza.
Para los católicos la referida cruz que marca la frente representa la mortalidad y la penitencia por los pecados. La aplica un sacerdote durante la misa matutina, muchas veces acompañada por una breve bendición.
La Biblia, el libro más leído del mundo, apunta: ‘Conviértete y cree en el evangelio’.
No puede perderse de vista que se usa la ceniza, desde hace muchos años, como preparación para el llamado ‘periodo cuaresmal’. En algunos lugares se esparce la ceniza sobre la cabeza de una persona. Es que existe una conexión entre la ceniza y la penitencia.
La ceniza es para muchos una forma de humillarse ante Dios, mientras el tiempo de Cuaresma es precisamente un tiempo de preparación para celebrar la Pascua, la celebración de la resurrección de Jesús de entre los muertos.
El conocido padre Rafael Pereira, destaca: “la ceniza no es un rito mágico, NO nos quita nuestros pecados, para ello se cuenta con el Sacramento de la Reconciliación.
“La ceniza es signo de arrepentimiento, penitencia, de conversión, es el camino de la cuaresma y es incuestionablemente un tiempo de reflexión de nuestra vida, de entender adonde vamos, analizar nuestro comportamiento para con la familia y en general con las personas que nos rodean.
“Es el momento de reconciliarnos con nosotros mismos, con nuestros semejantes y con Dios”, afirma.