Por Roberto PELÁEZ
Se dice fácil, el hombre que tengo delante ha pintado más de mil retratos, más que todo de mandatarios, figuras relevantes de la cultura y los deportes.
Carlos Porfirio Gervacio Jiménez es de Santo Domingo, República Dominicana, visita por tercera vez Las Vegas: “he expuesto en compañía del también pintor dominicano Martín Colón, correspondiendo a una invitación de Tina Rivera, quien dicho sea de paso hace mucho por la cultura de nuestro país, le estamos muy agradecidos”.
Por modestia no señala que en el 2017, en ocasión de una de sus visitas a la ‘ciudad que no duerme’, recibió un reconocimiento de parte del Senado de EEUU, por su contribución al arte y la cultura.
“Guardo, destaca, hermosos recuerdos de esta ciudad, los lugares visitados, la posibilidad de exponer, sin embargo aparte de la belleza, lo que el hombre ha podido hacer en un lugar que antes era un desierto, me llama la atención la amabilidad con que me tratan, el cariño.
“No todos los días un artista -visitante por demás- tiene la ‘suerte’ de platicar con el público, escuchar opiniones, responder preguntas sobre técnica empleada en mis cuadros... siempre regreso a República Dominicana con la idea de volver a LV, el cariño de la gente me gana, tienen en mí a un admirador, agradecido en todo momento”, resalta.
“Mis estudios de arte lo inicié siendo un niño, gané una beca de dibujo por correspondencia, de una escuela de Miami, estudié pintura en la Escuela Nacional de Bellas Artes 1989... el tiempo pasa rápido, ya son cerca de 35 años pintando, es una bendición hacer lo que apasiona, a lo que dedicamos nuestras fuerzas, horas de estudios”, expresa.
Los retratos de Carlos Porfirio llaman la atención de mucha gente, se distinguen los de Leonel Fernández, presidente de República Dominicana en dos oportunidades, y del beisbolista Vladimir Guerrero, quien jugó 16 temporadas en Grandes Ligas, entronizado en el Salón de la Fama en el 2018.
“A veces miro atrás, apunta, sumo más de mil retratos, es una cifra respetable, he pintado otras piezas, sobre diferentes temas, sin embargo los retratos me apasionan, vaya... como que me he especializado”, comenta sonriente.
Las piezas de este artista figuran en galerías y colecciones privadas en EEUU, Europa y naciones de Latinoamérica.
Me brinda un vaso con jugo de naranja. “Estoy feliz de estar aquí, le agradezco a Tina, a su esposo Manuel, a los amigos”, subraya.