La policía del condado de Nassau, en Nueva York, colaborará activamente con el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, en inglés) para detener a inmigrantes ilegales acusados de crímenes, en línea con el plan de deportaciones masivas prometido por la Administración del presidente, Donald Trump.
El ejecutivo de Nassau (Long Island), el republicano Bruce Blakeman, informó en rueda de prensa que el condado designará a 10 agentes para que se unan al ICE para “captar a migrantes ilegales que han cometido delitos” y detenerlos en la cárcel durante tres días, tras lo cual el ICE los trasladará a un centro de detención permanente o los deportará.
“Quiero subrayar que este programa trata de inmigrantes ilegales que han cometido delitos. No se trata de redadas, sino de la aplicación de las leyes de Nueva York a personas que han cometido delitos y han violado las leyes federales al estar en EEUU ilegalmente”, incidió.
El comisario de policía de Nassau, Patrick Ryder, explicó que la policía también podrá preguntar en la calle sobre su estatus migratorio a cualquier persona “si ese día (los agentes) están trabajando en nombre del ICE”.
Asimismo, si un individuo indocumentado es acusado de cometer un crimen y es detenido por la policía local, ésta podrá informar al ICE.
“Si eres un criminal y estás aquí ilegalmente, entonces el programa entrará en vigor y actuaremos”, reiteró Ryder.
En 2017 Trump visitó Long Island, donde se centran las operaciones de la MS-13, y declaró la guerra a esa pandilla.
Horas después del anuncio de Blakeman, miembros del Consejo Municipal de la ciudad de Nueva York publicaron vídeos en X recordando los derechos que tienen los inmigrantes indocumentados en caso de ser detenidos.
Además, la medida ha causado rechazo en varias asociaciones de activistas, como la Unión de Libertades Civiles (conocida por las siglas NYCLU), que en un comunicado asegura que, cualquier alianza con el ICE “esta acción lanza el mensaje a las comunidades de inmigrantes de que las autoridades locales no están ahí con la intención de protegerlos, brindar seguridad, sino para deportarlos”. Nueva York (EFE)