Por Roberto PELÁEZ
Aunque distantes de la tierra que los vio nacer, los ecuatorianos asentados en el valle unen a las fiestas decembrinas una muy singular, no es para menos, celebran el cumpleaños de Quito, la hermosa capital de aquel país.
Integrantes del Club de ecuatorianos precisan que Quito fue fundada el 6 de diciembre de 1534, o sea, la ciudad acaba de cumplir nada menos que 490 años.
Los ecuatorianos tienen para presumir, si se habla con ellos de política, de lucha por la independencia, salen a relucir los nombres de Antonio José de Sucre, Simón Bolívar y Abdon Calderón.
“Artistas grandes, dicen, pues Oswaldo Guayasamín fue un pintor de talla mundial, destacado también en la lucha contra las desigualdades, el cantante Julio Jaramillo fue de los mejores, Gonzalo Endara”, argumentan.
Si se refieren a deportistas sobresalientes, los reflectores los acapara el marchista Jefferson Pérez (oro y plata), a quien siguen el ciclista Richard Carapaz y Neisi Dajones, medallistas de oro olímpicos, aunque se pueden agregar otros nombres, como es el caso de Tamara Salazar (oro) bajo los cinco aros.
Volviendo a Quito, el periodista Edwin Saldarriaga reitera: “allí está el monumento a la mitad del mundo, es visita obligada, la Casa de la Cultura Ecuatoriana, la Plaza de la Independencia, la Basilica del Voto Nacional, la Plaza Grande y la estatua a la Virgen del Panecillo, todos lugares de mucho interés”.
Justo es consignar que los ecuatorianos residentes en la ‘ciudad que no duermen’ organizan eventos con frecuencia, resaltan su cultura, el vestuario, las danzas, los platos típicos, además entre ellos sobresalen el reportero Luis Bonilla, junto a la sicóloga y escritora Cory Ordóñez, Rocío Andrade, Nora Uribe, Bibi Castagneto, entrevistadas más de una vez para este semanario, quienes exteriorizan su amor y sano orgullo por Ecuador, por la cumpleañera ciudad de Quito, por los ecuatorianos residentes en el valle que se distinguen en diferentes esferas de la vida diaria, son un ejemplo para la comunidad, por su entrega, dedicación, la perseverancia, el marcado amor por la cultura que los distingue y promueven.