Por Rafael ROMERO
“La música es la vida emocional de la mayoría de la gente”.
Leonard Cohen
Tal como se había previsto, el arpista de talla internacional Mariano González estuvo inmenso en el espacio De Cerca que cada mes materializa Literarte Foundation.
Con la humildad y el talento que lo distingue, el oriundo de Paraguay ofreció detalles de su formación, recordó a su abuela que vendió dos vacas lecheras para comprarle un arpa, platicó de su primera gira, todo ello intercalando piezas del amplio repertorio que atesora.
Salió a relucir su estancia en Asia (específicamente en Japón, donde residió por más de 30 años), sus visitas a la India y Dubai, la experiencia adquirida, los aportes al instrumento, y la marcada tradición que tiene el arpa en varios países.
Hizo un recorrido por la música latinoamericana, tocó números antológicos de Paraguay, México, Colombia, Venezuela, Uruguay y Cuba, se atrevió con la universalmente conocida ‘Guantanamera’... en ¡guaraní!
Respondió preguntas del público, tuvo palabras de reconocimiento para el versátil músico Flavio Jiménez, el pintor Juan D’ Varela y el experimentado flautista Pablo Campos-Romero.
El arpista, en noche de gala, a solicitud de alguien del público, no dudó en llamar a Flavio para que lo acompañara. El hombre de las mil flautas accedió de inmediato, no sin antes apuntar que para él es siempre un honor tocar con Mariano.
Resaltó, entre números, cuánto lo alegraba y motivaba que entre los asistentes estuvieran músicos, pintores, escritores, amantes de la música... “a veces toco a teatro lleno pero muchas personas no están escuchando, hoy es una velada especial, gracias por la atención que dispensan, las preguntas tan interesantes, sus aplausos”, expresó visiblemente emocionado.
Los presentes aprendieron detalles sobre lo difícil que resulta afinar un arpa, el tiempo que exige, los distintos tipos, los aportes que el residente en Las Vegas le ha hecho al instrumento, y las lecciones que ofrecerá en el Winchester Dondero Cultural Center.
En nombre de Literarte Foundation y la Fundación de la Herencia Cubana, el periodista Roberto Peláez entregó un diploma al artista, un ejemplar de la más reciente edición de su libro Gentes, y el Pin o broche que portarán los inscritos en el Tercer Encuentro Internacional de Escritores, que enseguida Mariano prendió en su traje. Aplausos y fotos no se hicieron esperar.
