Los lunares pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo y de la cara.
Los lunares se han considerado, por mucho tiempo, como un rasgo atractivo en las personas, muchas veces se les aprecia como símbolo de belleza.
Aunque la gran mayoría de ellos nunca llegan a ser peligrosos, en algunos casos… uno de estos puntitos podría evolucionar y convertirse en afectaciones de la piel.
Los lunares, conocidos como manchas de belleza, son rasgos faciales distintos que de alguna manera brindan encanto y distinción a la apariencia de una persona. No han faltado quienes los consideren atractivos.
Los tiempos cambian, muchas mujeres llevan sus lunares o pecas con desenfado, sin complejo alguno, opinan que es una nota de belleza. Si tienes varios lunares y tu dermatólogo no los encuentra malignos, la sugerencia es que los hagas especiales, celebra su belleza.
Uno de los factores más significativos que contribuyen a la aparición de lunares en la piel es la exposición al sol. El rostro es la parte más expuesta a rayos solares. Los lunares pueden aparecer por predisposición genética.
Cuando pasamos tiempo al aire libre, la piel está más expuesta a los rayos solares, aumenta la posibilidad de aparición de lunares y pecas.
No es aconsejable propiciar dicha aparición por la exposición prolongada a los rayos del sol.
