Los inmigrantes indocumentados en Estados Unidos pagaron en 2022 unos 96 mil 700 millones de dólares en impuestos federales, estatales y locales y su legalización aumentaría su contribución para beneficio del país, según análisis del Institute on Taxation and Economic Policy (ITEP, en inglés).
El grupo de estudios, con sede en Washington, señaló que indocumentados pagaron por impuestos federales, estatales y locales 8 mil 889 dólares por persona, lo que significa que por cada millón de inmigrantes indocumentados los servicios públicos obtienen 8 mil 900 millones adicionales.
El análisis precisa que más de una tercera parte de los impuestos que pagan los indocumentados son sobre el salario, y “se destinan a programas a los que estos trabajadores tienen prohibido acceder”.
En 2022, los indocumentados pagaron en impuestos 25 mil 700 millones al Seguro Social, 6 mil 400 millones al seguro público para personas de la tercera edad (Medicare) y mil 800 millones al Seguro de Desempleo.
En la gran mayoría de estados (40), los indocumentados pagan tasas impositivas estatales y locales más altas que el 1 por ciento de los hogares más ricos. Seis estados recaudaron más de mil millones por ingresos fiscales de indocumentados.
California recibió más en pago de impuestos de los indocumentados en 2022 con 8 mil 500 millones de dólares, seguido por Texas 4 mil 900 millones, Nueva York 3 mil 100 millones, Florida mil 800 millones, Illinois mil 500 millones y Nueva Jersey mil 300 millones.
Los resultados se revelan cuando el expresidente Donald Trump (2017-2021) amenaza con “la mayor deportación” en la historia.
A los indocumentados las leyes les exigen pagar más impuestos sobre sus ingresos que a los estadounidenses en situaciones similares.
Los indocumentados tienen prohibido recibir créditos fiscales significativos y, a veces, no reclaman los reembolsos en concepto de retención debido al desconocimiento, su estatus migratorio y falta de acceso a asistencia para la preparación de impuestos.
El referido estudio afirma que si se proporcionara autorización de trabajo a los indocumentados, aumentarían sus contribuciones fiscales pues sus salarios y tasas de cumplimiento fiscal aumentaría. Washington (EFE)