Por Roberto PELÁEZ
Cualquiera pudiera pensar que el Séptimo Congreso de Payasos (2,3 y 4 de diciembre) está muy lejos en el tiempo, pero qué son unos pocos meses para personas como Jaramillo Luigi.
“Los meses viajan con gasolina de avión... se van volando”, argumenta.
No le falta razón a este reconocido payaso del valle, quien es una figura fundamental en lo que respecta a la organización del mencionado Congreso.
En pocos días terminan las vacaciones escolares; llega el Mes de la Herencia Hispana en que varios países celebran su independencia; Nevada Day (31 de octubre), las actividades por el ‘Día de Muertos’, el Día de Acción de Gracias... y llega el esperado Congreso.
Junto a Luigi, en representación de Las Vegas, estarán ‘Calambritos’, ‘Escobín’, ‘Nany’, entre otros “en esta oportunidad nos vamos a reunir alrededor de 50 payasos, quizás algún mago, hace poco vinieron dos de Texas, consideramos que es importante que la ‘familia crezca’, aumente la participación en el Congreso... las inscripciones están abiertas”, expresa el entrevistado.
Se da por sentado que en un Congreso que reúne -por lo menos- a medio centenar de payasos, salgan a relucir temas de importancia capital para los artistas, la superación, por ejemplo.
Los payasos también necesitan -para ganarse la aceptación del público- estudiar, ensayar, poner en práctica sus nuevas ideas, empeñarse en ser originales (aunque en ocasiones el respetable le solicita algunos números, dada su aceptación), cuidar su vestuario, el lenguaje oral y corporal, entre otros aspectos de suma importancia, y no debe quedar fuera lo relacionado con la remuneración.
“Ese, explica Jaramillo, es uno de los motivos por lo que comenzamos desde temprano a preparar el Congreso, analizar los temas sobre los que debemos reflexionar entre todos, velar por la calidad de nuestro mensaje para niños y adultos, de ahí la importancia de superarnos, intercambiar experiencias”, enfatiza.
Por ningún concepto puede perderse de vista que el payaso también es capaz de enseñar y sensibilizar, con su actuación está en condiciones de transformar los pensamientos de los demás, cómo dramatizar y actuar, estimula los valores... sin ellos la vida sería muy triste.
