Por Roberto PELÁEZ
Se dice fácil, sin embargo la cifra es sencillamente impresionante, conlleva el esfuerzo de millones de mexicanos en el exterior.
Entremos en detalles. El Banco Mundial acaba de informar que México recibió en el 2023 nada menos que 66 mil 200 millones de dólares por concepto de remesas.
En el 2022 la cantidad de dinero enviada (remesas) ascendió a 58 mil 497 millones.
Baste apuntar que por 10 años consecutivos la cantidad de dinero enviada al país vecino experimenta un aumento.
Por poner un ejemplo, en octubre del año pasado se enviaron -y resultó record- 5 mil 812 millones. Claro que son también millones los mexicanos que residen en el exterior, esos que realizan disímiles labores y una parte de su salario la envían a familiares, amigos, en un gesto noble, altruista, aunque algunos no lo valoren en su justa medida.
Saúl Isalgué, michoacano, es trabajador de un restaurante, reside en la ciudad de North Las Vegas, y al referirse al tema subraya: “cada tres meses envío dinero a mis padres, no les mando lo que me sobra, por el contrario, es mi manera de ayudarlos, de corresponder a lo que hicieron por mí”.
Empleado de una llantera, Pablo Hernández, de Tierra Blanca, Guanajuato, reconoce: “Le envío dinero a mi papá por su cumpleaños, ya está grande, y siempre que puedo por fin de año también le hago llegar algo... hasta hace poco le enviaba dinero a mi difunta madre, pero la perdí en febrero del 2022; quiero que mi papá se alimente bien y se dé un gusto”, afirma.
Las hermanas Socorro y Andrea, de Polanco, Ciudad México, trabajan en un hotel del valle, vivieron antes en Austin, Texas, en junio del 2019 se movieron a Las Vegas “después del Covid pues nos estabilizamos en el trabajo, nos satisface ayudar a nuestra familia, allá están nuestros padres y una sobrina, nos alternamos para enviarles dinero, lo importante es que no pasen trabajo”.
Luis asegura que con regularidad le manda dinero a su hermano porque están construyendo una casa.
Por lo general muchos aportan. Es lo importante.
