Por Rafael ROMERO
El justo y merecido reconocimiento a la mujer, ofrecido por las organizaciones Club Migrantes de Uruapan y Vista al Futuro vino a corroborar -admiración aparte-, el poder de convocatoria de ambos grupos locales, liderados por Eddie Ramos y Marychuy Escobedo.
Si el año pasado, ambas organizaciones se juntaron y mostraron su reconocida valía en la actividad-colofón del Mes de la Herencia Hispana, el domingo 10, en Pepe’s Tacos (4814 Boulder Hwy) se crecieron para propiciar el protagonismo de las mujeres, reconocer a un grupo de féminas de sostenida labor en el valle.
La actividad sirvió para reunir a la propia Marychuy, Mimi Quintero, Yudit Pinedo, Carolina Ávila, María Reyes, Adriana Pereira, Gloria Castro Pily Coblentz, Maritza Rodríguez, Xenia Gómez, Reyna Méndez, Lupe Arreola, Martha Patricia Guerra, María Conchita Espinoza, Reina Najarro... que junto a un grupo de homenajeadas sin dudas muestran un sostenido trabajo.
Ya lo había adelantado Ramos, indiscutido líder comunitario, “vamos a reconocer a féminas emprendedoras, que inspiran, sirven de ejemplo a muchas otras, a la comunidad”.
Los organizadores dejaron sentado que: “contamos con muchas mujeres valiosas, que se hacen sentir con su trabajo, y en esta oportunidad escogimos a una pequeña muestra de ellas”. Desde estas páginas del semanario El Mundo llegue a cada una la FELICITACIÓN, el deseo de reiterados éxitos.
Por si fuera poco, tanto Ramos como Escobedo habían vaticinado el éxito del evento, “como corresponde a las actividades dedicadas a las mujeres”, sentenciaron entusiasmados horas antes del evento en Pepe’s Tacos. “Las oportunidades no ocurren, estas mujeres las crean, las aprovechan, por eso su ejemplo, y nuestro reconocimiento, porque honrar honra”, señalaron.
Y es que tratar a otras personas -en este caso a una veintena de féminas- con admiración y respeto, reconocer su entrega, es también premiar la dedicación, conferir un honor, de ahí lo loable de la actividad, el gesto del Club Migrantes de Uruapan, Vista al Futuro, y también (¿por qué no?) de Martha Ceja, en calidad de anfitriona.
Para muchas de las mujeres reconocidas (publicamos sus nombres en la edición correspondiente al pasado viernes 8), el ser distinguidas en esta oportunidad representa una especie de compromiso para seguir dando lo mejor por sus respectivas familias y la comunidad.
La alegría, el entusiasmo, el sano orgullo puesto de manifiesto en el evento, ponen la ‘varilla’ bien alta para los organizadores en su justificado afán o pretensión de hacer las cosas mejor cada año, de esmerarse en cada detalle, de reconocer a las mujeres a la altura que merecen, más allá de un día determinado del año.
Ramos y Escobedo, la propia Ceja, tienen claro que cuando se honra a alguien, se le muestra respeto, se le elogia y celebran sus logros, se incita a los demás a seguir el ejemplo, a dar lo mejor, que es también otra manera de honrar.