La cronista argentina Mónica Maristain confesó que como entrevistadora prefiere tener delante a quienes no piensan como ella y levantó la mano en contra de la idea de tribu, presente en el mundo de hoy.
“Me gusta entrevistar a quien piensa diferente, por ejemplo a Enrique Krauze, autor de ‘Spinoza en el Parque México’, un gran libro, o a Rafael Pérez Gay. Para mí es importante debatir”, aseguró a EFE en México la periodista, quien acaba de publicar ‘Los mexicanos ejemplares’, obra editada por la Universidad Autónoma de Nuevo León.
El libro lo forman 35 conversaciones, algunas polémicas porque el interlocutor no coincide con el pensamiento de izquierda de la autora o con su manera de ver algunos temas.
“Me pregunto por qué no invitar a Krauze a que edite sus libros con el Fondo de Cultura y que venga a dar conferencias y por qué en la Feria del Zócalo no hay un homenaje a él, que vengan todos a la Feria del Zócalo. Para mí, sería un mundo ideal sin tribus”, explicó.
Escritores, periodistas, músicos, médicos, cineastas, activistas, académicos, chefs y antropólogos son algunas de las profesiones de los protagonistas de ‘Los mexicanos ejemplares”, libro calificado de ‘múltiple y ruidoso’ por Juan Villoro, uno de los ensayistas más lúcidos en español.
Lo mejor del exilio
Con 23 años de emigrada, la autora confiesa en el prólogo del volumen que los personajes que pueblan las páginas son lo mejor de su exilio y da gracias por haberlos conocido porque son ardientes y apasionadamente mexicanos.
“Este libro es un poco como yo veo a los mexicanos. Me parecía que si yo lo firmaba, daba la cara, tenía que ser por gente en la que yo creyera. Algunas historias fueron rescatadas de revistas que incluso ya no están, unas fueron por Zoom y otras, en vivo”, revela.
El novelista Guillermo Arriaga, premio Alfaguara 2020, explica que para él la amistad es una forma de amor y diserta sobre su origen humilde en un hogar con culto a la belleza; la cantante Lila Downs habla del milagro de la maternidad y la escritora Rosa Beltrán le dice que los hombres están aterrados porque las mujeres levantaron su bandera de guerra.
“El patriarcado sigue funcionando con su gran poder. Por ejemplo, en los medios debía haber una ley de par porque tenemos que escuchar por igual lo que piensan las mujeres y lo que piensan los hombres”, dice al referirse a la reflexión de Beltrán y a lo que falta por avanzar en pos de la igualdad de las mujeres.
El periodista no es noticia
Pertenece Mónica a la generación de cronistas que aprendió de los maestros que el periodista jamás es noticia, una idea a veces olvidada en estos días en los que hay presentadores de televisión o reporteros que exageran el ‘yo’ y dejan en segundo plano al entrevistado.
“Como dice la colega española Maruja Torres, hay un culto al personalismo. En México la directora de un medio leído por tres personas se vende como la periodista del futuro, eso me parece deleznable. El otro día en una entrevista a Fran Rivera te enterabas de lo que le pasaba al entrevistador, no a Rivera. Eso no tiene nada que ver con el periodismo”, lamenta.
En su libro, la autora argentina le da la voz al otro, algo que elogió Villoro, quien cree que “cuando parece que todo está dicho, Maristain hace una pregunta”.
Creyente de los preceptos de la izquierda, Mónica sueña con entrevistar a la expresidenta de su país, Cristina Fernández de Kirchner, pero no le preguntaría sobre las acusaciones de corrupción que pesan sobre la exmandataria.
“Eso del enriquecimiento son causas inventadas. Con Cristina me gustaría hablar de mujer a mujer. De los que se murieron, hubiera entrevistado al escritor Martin Amis, él presentó una puerta abierta a lo que es la literatura inglesa que me fascina”, asegura.
A inicios de este siglo, Maristain entrevistó al escritor chileno Roberto Bolaño. Reconoce que desde entonces leyó mucho, pero perdió frescura.
“Esa entrevista es de una espontaneidad que ya no tengo. Antes era más libre, ahora no tanto, pero soy mejor periodista”, termina. México (EFE)