La investigación oncológica se acerca poco a poco a la creación de una vacuna contra el cáncer y en ese camino las farmacéuticas Merck y Moderna presentaron este lunes su prometedora terapia neoantígena individualizada contra el melanoma, que reduce en un 44 % el riesgo de recaída o muerte.
Las dos compañías tuvieron como foro de sus resultados detallados el congreso anual de la Sociedad Americana de Oncología Clínica (ASCO, por sus siglas en inglés), efectuado en Chicago.
Su tratamiento utiliza la tecnología de ARN mensajero, la misma que Moderna empleó en la reciente vacuna contra la covid-19. Una tecnología basada en ácidos ribonucleicos mensajeros (ARNm) que permite inyectar en el cuerpo las instrucciones o moléculas que enseñan a las células a producir proteínas que estimulan una respuesta inmunitaria.
La colaboración entre Moderna y Merck para el desarrollo de la terapia antígena mRNA-4157-p201 fue bautizada primero de hecho como una vacuna, según explica a EFE la líder del programa de Oncología de Moderna, Michelle Brown. Después se le cambió el nombre “porque el objetivo es realmente tratar el cáncer y no necesariamente prevenirlo, como hacen las vacunas”.
Los neoantígenos son las proteínas anormales que las células cancerosas producen. Esta terapia “es capaz de entrenar y activar el sistema inmunológico de un paciente para atacar los neoantígenos en la superficie del tumor. El mecanismo de estimulación y entrenamiento inmunológico es muy fiel a lo que hacen las vacunas”, señaló este lunes la experta.
Su ensayo tuvo lugar en Estados Unidos y Australia antes de la pandemia de covid y se efectuó en 157 personas con melanoma de alto riesgo en estadio IIIB/C/D y IV, que ya habían sido operadas para extraérselo.
Unas (107) recibieron mRNA-4157 en combinación con pembrolizumab y otras (50) pembrolizumab solo. El ARNm-4157 (1 miligramo) se administró por vía intramuscular cada 3 semanas durante un total de 9 dosis y pembrolizumab (200 mg) por vía intravenosa también cada 3 semanas con un máximo de 18 ciclos.
El estudio demostró una mejora estadística y clínicamente significativa en la terapia combinada en comparación con el tratamiento solo con pembrolizumab, con una reducción del riesgo de recurrencia o muerte en un 44 %.
El análisis primario tuvo lugar cuando todos los pacientes habían completado un año de tratamiento y se habían dado 44 casos de supervivencia libre de cáncer.
Al cabo de 18 meses, en el grupo que recibió la combinación hubo un 78,6 % de casos de supervivencia sin cáncer y del 62,2 % en el segundo.
Hubo metástasis o muerte en un 8,4 % de pacientes con la combinación y en un 24 % entre los segundos, mientras que la tasa de supervivencia sin metástasis al cabo de 18 meses logró porcentajes respectivos del 91,8 y del 76,8 %.
Según sus responsables, mRNA-4157 en combinación con pembrolizumab como terapia adyuvante (adicional) para melanoma de alto riesgo resecado demuestra los beneficios de un enfoque individualizado para los enfermos de cáncer.
En este caso, el algoritmo analiza las miles de mutaciones que un tumor puede tener e identifica las 34 que son más probables que estimulen el sistema inmune en el enfermo en concreto.
“Estamos trabajando con las autoridades sanitarias para ver cómo proceder ahora. Obviamente esto incluye el lanzamiento de la fase III. Estamos muy comprometidos con intentar llevar la terapia neoantígena individualizada a los pacientes tan rápido como se pueda”, añadió Brown.
Las conclusiones presentadas, recalcó, muestran el potencial del sistema inmunitario de cada paciente en el tratamiento contra el cáncer y dejan vislumbrar las posibilidades de la tecnología de ARNm en el panorama oncológico.
Han empezado con el melanoma, apuntó, pero prevén poner a prueba un enfoque similar en enfermos con cáncer de pulmón de células no pequeñas (NSCLC) “porque hay un montón de enseñanzas que también se pueden aplicar” a esa otra enfermedad. Chicago (EFE)