El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, anunció que enviará una segunda carta al primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, para exigir la extradición de Tomás Zerón, exdirector de la extinta Agencia de Investigación Criminal, implicado en el caso de Ayotzinapa.
“Voy a enviar una segunda carta al primer ministro de Israel sobre este tema. No es posible que Israel proteja a quien está acusado en México de tortura”, declaró el mandatario en su rueda de prensa diaria.
México había anunciado desde septiembre de 2020 la solicitud para extraditar desde Israel a Zerón, exfuncionario del sexenio de Enrique Peña Nieto (2012-2018) acusado de ocultar pruebas y torturar testigos del caso de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa en septiembre de 2014.
López Obrador ya había enviado una primera carta sobre el tema en septiembre de 2021, cuando el primer ministro era Naftali Bennet, cuyo gobierno fue “muy sensible” y “prometió ayudar”, según contó el mandatario mexicano entonces.
Pero el proceso se ha complicado porque ambos países no tienen acuerdo de extradición y The New York Times publicó que Israel ha desatendido la petición por presunta represalia al voto de México en la ONU a favor de investigar la crisis en Palestina.
“Ningún país debe proteger a torturadores. Mucho menos un país que padeció, que sufrió su pueblo, de torturas. Eso es una incongruencia y estoy seguro de que va a haber respuesta”, remarcó ahora el gobernante mexicano.
La polémica arreció en los últimos meses después de que López Obrador acusó a Israel de proteger a Zerón en medio de una investigación de la Fiscalía General de la República (FGR) que acusa al exfuncionario de haber adquirido el sistema israelí de espionaje Pegasus en 2014.
“¿Por qué creen ustedes que el señor que está acusado de tortura, Zerón, se fue Israel? ¿Por qué allá lo están protegiendo?”, cuestionó el presidente.
Zerón se considera uno de los autores claves de la “verdad histórica”, versión del gobierno de Peña Nieto desmentida ahora que señalaba que los 43 estudiantes de Ayotzinapa fueron detenidos por policías corruptos en Iguala y entregados al cártel Guerreros Unidos, que los mató e incineró en un basurero de Cocula.
El mandatario ha negado que las prácticas de espionaje que comenzaron en gobiernos anteriores continúen en su gobierno, aunque el New York Times publicó la semana pasada que el subsecretario de Derechos Humanos y jefe de la Comisión de la Verdad de Ayotzinapa, Alejandro Encinas, ha sufrido espionajes con Pegasus.
“¿Quiénes son los que espían todavía? Los que espiaban antes y siguen espiando. Y ahora son nuestros adversarios, y no dudo de que algunas agencias del extranjero (espíen)”, defendió López Obrador. México (EFE)