El gobernador de Texas, Greg Abbott, anunció el envío de un autobús con inmigrantes hacia Filadelfia (Pensilvania), como parte de la estrategia de los republicanos de transportar a los extranjeros que recién atraviesan la frontera sur con México a jurisdicciones demócratas del norte del país.
Esta es la primera vez que Abbott envía un autobús lleno de inmigrantes al estado de Pensilvania, desde que comenzó con su estrategia en abril pasado.
También se trata del primer envío después de las elecciones intermedias del martes pasado, en las que los republicanos fracasaron en la llamada “ola roja (color que los representa en EE.UU.)”, tras la victoria de demócratas en estados clave como Pensilvania, Nevada y Arizona.
En un comunicado, el gobernador republicano manifestó que “hasta que la Administración de Joe Biden haga su trabajo y brinde a los tejanos y al pueblo estadounidense una seguridad fronteriza sostenible, Texas continuará haciendo más que cualquier otro estado para defenderse de esto que consideramos una invasión a lo largo de la frontera”.
Se prevé que los inmigrantes lleguen en las próximas horas a Filadelfia.
Abbott dijo que el alcalde de aquella ciudad, Jim Kenney, “ha celebrado durante mucho tiempo y luchado por el estatus de ciudad santuario”, más amigables con los inmigrantes.
El primer objetivo de Abbott con su campaña de transportar a inmigrantes fue la capital de Estados Unidos, a donde ha enviado decenas de autobuses, algunos incluso a la residencia de la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris.
Las ciudades de Nueva York y Chicago también han visto la llegada de autobuses con inmigrantes enviados por el gobierno de Abbott, al igual que otras jurisdicciones del norte, a las que han llegados solicitantes de asilo enviados por los gobiernos de Arizona y Florida. Los Ángeles (EFE)