El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, culminó su visita oficial a Cuba en la que reafirmó su rechazo al bloqueo y se comprometió a insistir a su homólogo estadounidense, Joe Biden, para que no excluya a Nicaragua, Venezuela y Cuba de la Cumbre de las Américas.
La corta estancia de López Obrador en La Habana -poco más de 24 horas- estuvo cargada de simbolismo y sirvió para escenificar el reforzamiento de los lazos políticos entre los dos países, mientras otros asuntos quedaban relegados, al menos en los discursos públicos, como las relaciones económicas o la migración.
Los guiños a las históricas relaciones bilaterales estuvieron presentes desde el primer momento.
De la colocación de un arreglo floral en el monumento al prócer de la patria cubana José Martí a la firma de una declaración conjunta por López Obrador y su homólogo y anfitrión, Miguel Díaz-Canel, en la que se aboga por abrir una nueva etapa.
Pero no fue hasta después de recibir la Orden de José Martí, la más alta condecoración que otorga el Gobierno cubano, que López Obrador tomó la palabra para imprimir su sello a su primera visita oficial a Cuba.
INTERMEDIACIÓN CON EE.UU.
En su discurso, en el que hizo un repaso histórico sobre los lazos entre ambos países desde tiempos de la Conquista, López Obrador volvió a mostrar su rechazo al embargo económico estadounidense impuesto desde 1962.
Adelantó que le pedirá nuevamente a Washington que no excluya a Nicaragua, Venezuela y Cuba de la Cumbre de las Américas del próximo junio.
“Insistiré con Biden en que no se excluya a ningún país de América en la cumbre del mes próximo en Los Ángeles”, señaló el mandatario mexicano en un discurso, que duró casi una hora.
De igual forma, calificó el embargo estadounidense a la isla como una acción “canallesca” contra “el pueblo cubano”.
Expertos consultados por Efe han asegurado que la estrategia de México es convertirse en un intermediario con EE.UU. que pueda acercar las posiciones de La Habana y Washington, históricamente enfrentadas tras la revolución de 1959.
MIGRACIÓN AUSENTE
A pesar de que era el motivo de la gira de López Obrador por Centroamérica y el Caribe -que lo llevó a Guatemala, El Salvador, Honduras y Belice-, en los actos públicos en La Habana no se mencionó la migración a pesar de que la migración cubana a través de México es cada vez mayor.
Según las autoridades cubanas, en lo que va de 2022 México ha retornado a la isla a 975 migrantes irregulares en 15 operaciones de repatriación.
El país norteamericano, que comparte con EE.UU. una frontera terrestre de más de 3.100 kilómetros, es un lugar de tránsito obligado para las decenas de miles de personas que conforman la actual oleada migratoria en el continente americano.
Desde que Nicaragua dejó de solicitar visados a los cubanos a finales de 2021, el número de insulares que han emprendido el viaje hacia el norte ha incrementado considerablemente.
En los últimos cinco meses, 47.331 cubanos ingresaron irregularmente en EE.UU. desde México. Solo en febrero la cifra llegó a los 16.557, de acuerdo con los últimos datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos.
ACERCAMIENTO RENOVADO
La visita sirvió para reforzar la ininterrumpida relación política vigente desde hace 120 años, pese a los altibajos del mandato de Ernesto Zedillo (1994-2000) y del derechista Vicente Fox (2000-2006).
López Obrador, quien llamó “amigo” a Díaz-Canel en varias ocasiones, calificó como un “gigante” al expresidente de Cuba Fidel Castro y subrayó que nunca apostó ni apostaría por “el fracaso de la revolución cubana” y que nunca apoyaría a “golpistas” que conspiran.
La admiración del presidente mexicano hacia el mandatario fallecido en 2016 no es nueva. Como líder de la oposición llegó a compararlo con el sudafricano Nelson Mandela.
Por otro lado, llamó por que “la revolución sea capaz de renovarse” y consideró que “en Cuba se están haciendo cosas con ese propósito”.
El presidente mexicano regresa en la noche del domingo a México en un vuelo comercial para dar fin a su primera gira internacional, que se inició el pasado jueves 5.
Hasta entonces, López Obrador solo había viajado tres veces a EE.UU. desde su entrada en el poder en 2018. La Habana (EFE)