El maquillaje de día debe ser natural, y resaltar nuestra belleza sin grandes artificios; hay mujeres que prefieren ir con la cara lavada, otras se sienten más cómodas cuando se maquillan un poco.
Para ir al trabajo, para quedar con amigos… un maquillaje de día debe ser natural, que contraste con el maquillaje que utilizamos en ocasiones especiales.
Si queremos esconder las pequeñas imperfecciones de la piel y resaltar sus virtudes, hay que encontrar el punto medio entre una imagen artificial y un maquillaje inexistente. Al maquillarse de día hay que tener en cuenta el tiempo que le dedicamos y la dificultad de sus trazos.
Si buscamos un maquillaje natural con el que podamos ir todos los días a trabajar, nos debemos centrar en preparar la piel. El primer paso para que un maquillaje quede bien es someter tu piel a la limpieza para eliminar exceso de grasa y suciedad.
El ritual del maquillaje va más allá de levantarse y aplicarse la base de maquillaje. Utiliza un tónico, gel, jabón neutro o loción que se adapte a tu piel. Aplícalo con manos limpias, usa algodón para limpiar bien el rostro, aclara con mucha agua.
La base no es obligatoria en un maquillaje de día, pero hay mujeres que la prefieren para disimular imperfecciones. Busca una base de color similar a tu piel para que al extenderla no sea demasiado evidente. Trata de cubrir todas las imperfecciones de la piel.
Aplica el maquillaje con brocha para ahorrar en producto y asegurar mayor cobertura. Extiende en movimientos circulares, sin presionar hacia la cara o si, por el contrario, quieres un maquillaje que cubra utiliza una brocha plana para extenderlo como si estuvieras pintando.
