La venezolana Carmen de León se presentó en un festival de reggaetón en Miami con unas bermudas negras, calcetines hasta la rodilla y una camiseta ancha. Su atuendo es un reflejo de la nueva tendencia de la moda entre las artistas urbanas, que aseguran que son ellas las que deciden qué es sexy.
"No puedes ser sexy si estás vestida de una forma en la que no te sientes cómoda", explicó a Efe De León, que explicó que es una de sus demandas antes de aceptar cualquier presentación o proyecto.
"Hay días en los que te sientes con ganas de ponerte tacones y una minifalda, pero otras provoca estar sin nada apretado. Uno tiene que respetarse eso, porque si te sientes mal con lo que llevas puesto tu 'flow' está reprimido y no vas a transmitir lo que quieres", indicó la cantautora.
El punto de vista de esta joven de 19 años que se dio a conocer en el concurso La Voz Kids España, donde compitió como Carmen Pendones, es compartido por colegas más famosas como Rosalía, Sofía Reyes, Lali Expósito, Tini y Nathy Peluso.
También Natti Natasha y Greeicy Rendón, cuyos "looks" oscilan entre atuendos tradicionalmente sexy con escotes profundos y vestidos apretados, ropa estrafalaria y camisetas deportivas y pantalones anchos, entre otros.
"En México decimos, la moda es lo que te acomoda y así es", indicó Reyes, cuya imagen se asocia con una moda bohemia, pero que más de una vez ha sorprendido a sus fans con modelos y peinados que recuerdan al Hollywood de la década de 1920.
LA CONFIANZA ES SEXY
Una de las pioneras de esta tendencia es la estadounidense de origen mexicano Becky G, quien desde sus inicios, cuando era una adolescente de 16 años, luchó por establecer un imagen que acompañara su activismo a favor del empoderamiento femenino y la educación sobre la salud mental.
"Aunque solo tengo 24 años, llevo mucho tiempo en esta industria y siento que este cambio en los 'looks' de las artistas de la música es el resultado de todos los esfuerzos que hemos hecho las mujeres en general porque nuestra voz sea escuchada", comentó en una entrevista con Efe.
"Hoy en día, nosotras tenemos más confianza en nosotras mismas y nos sentimos más cómodas en nuestra piel y creo que esa seguridad nos da permiso para decidir qué nos hace sentir sexy y es lo que se transmite", dijo.
Así lo vio desde el principio la cantautora Elena Rose.
"La sensualidad viene de adentro. No hay un vestido por revelador que sea que convierta a una mujer insegura en una diosa sexy", afirmó la artista, de 26 años, quien se ha decantado por una moda "kitsch" para su rol de intérprete.
EL EFECTO BILLIE EILISH
Natti Natasha comenzó a cambiar sus atrevidos atuendos por ropa más suelta a principios de 2020, cuando percibió que, a pesar de la fuerza de las artistas femeninas actualmente "todavía hay prejuicio en lo que se refiere al aspecto".
La artista siente que ese cambio de "look" la ha ayudado "a ser considerada más seriamente en la música y en la industria del entretenimiento en general".
Sin embargo, piensa que habría sido más difícil poder balancear "los estereotipos de lo que es sexy en una artista femenina, con la libertad de sentirse cómoda y con confianza sin el éxito de Billie Eilish".
Natti Natasha aplaudió a la cantautora estadounidense, quien se convirtió en una de las mujeres más famosas de la música mundial mientras lucía ropa ancha que imitaba los atuendos de obreros con telas gruesas y costuras en evidencia.
No solo las cantantes urbanas se han liberado de los obligados vestidos ajustados y apretados y los tacones en las presentaciones.
La mexicana Yuri, quien lleva más de tres décacas en el escenario, dijo a Efe que ha tomado nota y es algo que se ve en sus redes y en su participación en la versión estadounidense y mexicana del reality "¿Quién es la máscara?".
"Ojalá hubiera sido así cuando yo estaba comenzando", indicó la cantante de "Maldita primavera". Para ella, la ropa es parte de las herramientas de los artistas y "ahora las mujeres tenemos la fuerza para expresarnos como queramos". Miami (EFE)