Unos 200 miembros de la caravana que salió en octubre del estado mexicano de Chiapas, en la frontera con Guatemala, en camino hacia EE.UU. se manifestaron en Ciudad de México por el accidente en el que murieron al menos 55 migrantes.
La protesta ocurrió frente la oficinas del Instituto Nacional de Migración (INM) en el lujoso barrio de Polanco.
La tragedia vial ocurrió el pasado 9 de diciembre en Tuxtla Gutiérrez, en el estado de Chiapas, y provocó la muerte de al menos 55 migrantes.
Además resultaron heridos más de 100 migrantes, quienes viajaban escondidos en un camión para tratar de llegar al norte de México y cruzar la frontera hacia Estados Unidos.
“Vamos a recordar a estos 55 compañeros que perdieron la vida en un accidente en el que hay responsables. Ningún comunicado oficial del gobierno mexicano va resarcir su vida”, dijo el coordinador general del Centro de Dignificación Humana, Luis Rey García Villagrán, quien acompaña a la caravana.
“Migrar no es un crimen y nosotros vamos a seguir caminando en busca de ser mejores seres humanos”, añadió.
La caravana, en su mayoría centroamericanos, rindió un minuto de aplausos a manera de homenaje póstumo a las víctimas del accidente en Chiapas, en el sur del país.
Este martes, tras su accidentada llegada a la Ciudad de México, el pasado domingo, la caravana migrante pidió que el Gobierno federal regularice la situación migratoria de muchos de sus miembros, mientras otros se preparan para partir hacia Estados Unidos.
Según las autoridades capitalinas, la caravana está formada por 321 personas.
La mayoría de los migrantes centroamericanos y haitianos tienen claro que quieren llegar a Estados Unidos, pero muchos creen que quedarse, al menos un tiempo, en la ciudad de manera regular podría ser una buena opción.
El Instituto Nacional de Migración (INM) reiteró su ofrecimiento para regularizar la condición de estancia de las personas extranjeras que formen parte de grupos vulnerables en la caravana migrante.
La autoridad migratoria manifestó su preocupación por quienes salieron el 23 de octubre pasado de la ciudad de Tapachula y han enfrentado los riesgos de caminar bajo altas temperaturas, sin agua y alimento, sobre plataformas de tráileres, hacinados sin ventilación en cajas de camiones o sobre los techos del ferrocarril.
Además de entregar visas humanitarias a quienes formen parte de grupos vulnerables en el contingente, el INM refrendó su compromiso también con quienes tengan trámite iniciado ante la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar).
El Gobierno mexicano acordó en 2019 con la Administración del entonces mandatario estadounidense, Donald Trump, frenar el flujo de migrantes que atraviesan México con destino a Estados Unidos.
Desde la llegada en enero pasado de Joe Biden a la Casa Blanca, la región vive un flujo migratorio sin precedentes, pues México ha interceptado a 228.115 migrantes y ha deportado a 82.627 de enero a octubre de 2021, números no vistos en más de 15 años.
Además, 123 mil migrantes solicitaron refugio en los primeros 11 meses del 2021 en México, otro récord absoluto, pues en años anteriores se llegaba a unas 40 mil peticiones. México (EFE)