Moderno, versátil, relajado, los expertos de la moda sugieren que en cada closet de mujer debe haber por lo menos un cárdigan, sobre todo si se acercan las bajas temperaturas, éstos se han convertido en una de las piezas clave para vestir, le aporta mucho al look.
Cómo combinarlo, prefiere llevarlo corto o largo, abotonado o suelto, con pantalones o sayas, para ir al trabajo o una salida casual, y es que sencillamente se ha impuesto, es funcional, con él siempre quedas bien, no faltan quienes aseguran que el cárdigan resalta el estilo, es perfecta para el entretiempo.
Claro que tiene detractores, algunos esgrimen que con él una (uno) parece mayor, o sea, que literalmente ‘le echa años encima’. Lo cierto es que es un clásico, con el que puede triunfar en cualquier ocasión, sólo que hace falta saber cómo llevarlo.
En edición anterior apuntamos que las prendas con tejido de punto marcaban la tendencia, el estilo en lo que resta del presente año, nos adentramos en el invierno.
Puedes usarlo con botones o sin ellos, preferiblemente de color neutro u oscuro, de manera que no desentone con el resto de tu indumentaria; el cárdigan da un tono profesional pero relajado.
Podemos verlo entallado, o ‘suelto’, con bordados, estampados, corto o largo, eso sí, siempre elegante, funcional; lo hemos visto corto, con botones, y hasta con un hombro al descubierto... el quid está -insistimos- en cómo llevarlo, sin descartar a quienes lo prefieren una talla más grande.
La versatilidad tiene que ver precisamente porque esta prenda se puede usar en diferentes estilos, con vestido o jeans, con faldas o pantalones cortos, se trata de una pieza que incluso concede un significado nuevo al atuendo, una nueva apariencia.
Si el sol todavía se deja sentir, puedes llevar la pieza sobre los hombros, eso te da un look distinto, y si vas a regresar de noche, cuando bajaron las temperaturas, ahí está, salvador, el cárdigan.
No eches lo que te digo en saco roto, mejor es que hagas espacio en el closet para tu amigo el cárdigan.