Aquel equipo Real Stars... Buenos futbolistas y mejores personas

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Por Roberto PELÁEZ

“Cuando llegué a Las Vegas, procedente de Tijuana, sabía poco de futbol, mi experiencia deportiva estaba relacionada con el boxeo, era un peleador alto, de sólo 118 libras, aun así me anoté varios triunfos por fuera de combate”, comenta sonriente.

Alberto Hernández, ‘Takis’ o ‘Betillo’ para familiares y amigos, cientos de seguidores del futbol en el valle, reconoce que comienza a adentrarse en el entrenamiento de este hermoso deporte a instancia de su hijo Víctor.

“Él y dos o tres amigos me pidieron que formara un equipo, entre todos nos llegaban a 11, dimos forma a la idea, y mientras tanto leía, veía muchos partidos, porque el entrenamiento del boxeo y el futbol se diferencian mucho... comprendí que debía aprender”, señala.

“Cuando algunos adolescentes nos vieron entrenar, expresa, se acercaron, formamos un equipo que más que futbolistas era un grupo de amigos, pero con interés y sobre todo disciplina.

“Debutamos, recuerda, perdimos varios juegos, y de partido en partido veía la mejoría, de momento no fuimos más el ‘pastel’, ya el portero, el atacante, el medio, los defensas iban mostrando sus habilidades, los cambiaba de posición buscando donde lo hacían o se sentían mejor”.

¿No puso condiciones para formar el equipo?

“Sí, responde, lo primero fue la disciplina, el no faltar a la escuela, respetar al contrario, al árbitro, al público, además, traté de incidir en el comportamiento fuera de las canchas... les insistí en que representaban a Real Stars en todas partes”, remarca Hernández.

“Tuve un equipo que jugó en varias categorías, apunta sonriente, desde 15 hasta los 18 años, que ganó muchos trofeos de primer lugar, después nos insertamos en diferentes ligas, siempre con buenas actuaciones, sin embargo para mi lo más importante era que se destacaran en la disciplina, estudiaran, y eso rindió frutos.

“Me llenaba -y llena- de orgullo que los árbitros, los directores de otros equipos me felicitaran por la disciplina de los jugadores, eso es lo mejor, porque estoy formando buenas personas.

“Muchos de ellos terminaron la preparatoria, trabajan, son responsables, los encuentro en diferentes lugares y lo agradecen ‘profe, me dicen, pensábamos que usted nos llevaba recio y hoy se lo agradecemos’; siento una gran satisfacción, cuando decidí que formaríamos un equipo siempre quise que los jugadores fueran el orgullo de sus familiares, de sus maestros, sus vecinos, la comunidad.

 

“Contrario a lo que piensan algunos entrenadores, acota, creo que con talento solo no se triunfa, hace falta disciplina, dedicación, esfuerzo, y entiendo que la disciplina no es portarse bien, va más allá, se trata de respetar, cumplir dentro de la cancha las indicaciones, seguir las instrucciones, y entender que el futbol es un deporte de equipo”.

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