Por Roberto PELÁEZ
Nos conocimos poco, sin embargo la profesión de periodista da la posibilidad de calar a las personas sin necesidad de tratarla por mucho tiempo.
Al cumplirse este viernes 15 once años de su partida, las obras que hizo en esta ciudad mantienen viva su memoria; para muchos fue una persona muy querida, amigo entrañable, amable, entusiasta y defensor incansable de las causas sociales, las mismas que nos aquejan como comunidad, comunidad a la que Eddie Escobedo dio voz y representó sin dudas con gran orgullo.
Vino de México, el país que le vió nacer y que tanto amaba, con el propósito de labrar un mejor porvenir para él y los suyos; con trabajo, entrega sin límite y una visión admirable, hizo realidad el “sueño americano”. En ello desempeñó un rol relevante el apoyo incondicional de toda su familia.
El señor Escobedo se convirtió en el líder indiscutido de la comunidad hispana, por los años 80’s fue el primero en promover las Fiestas Patrias en la Ciudad de Las Vegas, así como el primer programa de radio y televisión en español, fundó el semanario El Mundo, se involucró en la proyección de películas en español en su cine El Rancho, y en innumerables proyectos. Disfrutaba, le ponía una gran dosis de amor a cada uno de los eventos que organizaba.
Por su poder de convocatoria y liderazgo era capaz de unir a los hispanos del valle, de velar por ellos como un padre, algo que pocos logran conseguir.
Con sus virtudes y defectos, como todo ser humano, Eddie Escobedo transitó por la vida de manera tal que pudo incluirse, por derecho propio, en el grupo de los que el poeta llamó los imprescindibles.
