Activistas y migrantes iniciaron en Tapachula, Chiapas, un ayuno para pedir que los dejen partir en caravana rumbo al norte.
La protesta se realiza para presionar a las autoridades y que así miles de migrantes hacinados en el sur del país puedan salir en un “viacrucis migrante”, luego de que varias caravanas fueran desarticuladas.
Irineo Mujica, director de la ONG Pueblo Sin Fronteras, y Luis Rey García Villagrán, activista del Centro de Dignificación Humana, se instalaron en un parque de Tapachula e informaron a los migrantes que realizan trámites para que se les permita avanzar hacia el norte.
En señal de protesta, los activistas dejaron de comer junto con otros migrantes, con la esperanza de que esto logre ablandar a las autoridades migratorias, según explicaron.
“Se debe buscar una solución a la crisis desproporcionada”, apuntaron en el momento del inicio de la huelga, que han apodado “ayuno por la libertad”.
El ayuno ocurre cuando México y Estados Unidos lidian con un flujo migratorio histórico, con 147 mil indocumentados detectados en México de enero a agosto, el triple de 2020, y un récord de 212 mil indocumentados detenidos solo en julio por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, en inglés) de Estados Unidos.
En Tapachula, los activistas y migrantes aseguraron que continuarán con el ayuno hasta que dejen salir a los extranjeros, algunos de ellos varados desde hace meses.
Yajaira Mendoza tiene dos niñas y lleva alrededor de tres meses en Tapachula en espera de sus documentos que acrediten su estancia en México como solicitante de asilo.
El retraso y la lentitud de sus trámites migratorios la obligó a sumarse al ayuno y espera salir próximamente en caravana. Tapachula (EFE)