J Balvin comparte lo más duro de su salud mental en "The Boy from Medellín"

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La salud mental, los miedos y la responsabilidad social de los famosos son los elementos principales del documental de J Balvin "The Boy From Medellín", que se estrena este viernes y en el que, según dijo el artista, "todas las reglas de privacidad fueron violadas".

En una rueda de prensa vía videollamada, J Balvin explicó que cuando se planteó el proyecto del documental la idea era enfocarse en el primer concierto masivo que daría en su ciudad a finales de 2019 y en ese contexto su historia artística, que incluyó una estadía como indocumentado en Estados Unidos en la que trabajó como pintor.

El resultado, sin embargo, fue uno de los retratos más honestos del complicado y a veces atormentado mundo de uno de los artistas más famosos de la música latina.

"Se pusieron límites claros de lo que se iba a filmar y hasta dónde, pero él (director Matthew Heinemann) tiene su propia manera de hacer las cosas", indicó con tono contrariado.

"Los dejé entrar totalmente a mi vida, a mi familia. Se grabaron más de 100 horas. Creo que se vio demasiado. Se les fue la mano", admitió.

En "The Boy from Medellín" se ven, por primera vez, escenas íntimas de J Balvin con su pareja, la modelo argentina Valentina Ferrer, quien  está embarazada de una niña, el primer bebé de la pareja.

También se incluye un severo ataque de pánico antes de salir a escena en el estadio Anastasio Girardot, de Medellín, donde lo esperaban más de 40 mil personas.

Aunque la música de J Balvin permea cada cuadro del documental, que se estrena este viernes 8 de mayo en Amazon Prime Video, el protagonismo se lo roba la constante lucha de José Álvaro Osorio Balvín para mantener el equilibrio entre la persona y el artista, con el alto costo que esto ha representado para su salud, especialmente para su salud mental.

"Todos somos vulnerables. Todos estamos bajo la misma sombra. La vulnerabilidad forma parte del ser humano", destacó.

EL "PERRO NEGRO" Y HÉCTOR LAVOE

La canción más famosa del legendario artista puertorriqueño Héctor Lavoe es "El cantante". Fue el título que Jennifer López y Marc Anthony le dieron a la película que hicieron sobre la vida de la estrella de la salsa. Es además, una canción que marcó al pequeño José Álvaro y que acompaña constantemente a J Balvin.

 "Yo, soy el cantante, muy popular donde quiera. Pero cuando el show se acaba. Soy otro humano cualquiera. Y sigo mi vida. Con risas y penas. Con ratos amargos. Y con cosas buenas", es una frase del tema que repite J Balvin en el documental.

"La escuché cuando era niño y se me quedó en la mente sin siquiera imaginar que me iba a describir a mí", reconoció el artista, quien tanto en el documental como en los últimos años de su carrera ha sido muy abierto con su lucha contra la depresión y la ansiedad.

Heinemann, director de "A Private War" (2018) y "Cartel Land" (2015), logró captar el momento en el que J Balvin se da cuenta de que está por comenzar otra crisis. "No puedo creer que esta hija de puta volvió", dice el músico con una especie de desesperación.

Se incluyeron además charlas con su psiquiatra, en terapia psicológica y hasta con familiares y amigos sobre el tema. Se nota que "el perro negro" -como llegó a describir esta dolencia Winston Churchill- lo devasta. La ansiedad y el pánico lo paralizan.

J Balvin describe sus sensaciones sin pudor y están presentes frases como "No puedo", "Pensé que me iba a morir" o "Esto solo lo puedo engañar cuando estoy sobre el escenario, cuando estoy haciendo algo que no me deja pensar".

El artista dice que espera que esa desnudez emocional sirva para que la gente "deje de juzgar".

 UNA MISIÓN NO DESEADA

J Balvin publicó en sus redes sociales un llamado a la comunidad internacional y a sus colegas artistas, para que lo ayudaran a detener lo que describió como "una guerra civil" en Colombia tras días de protestas que han provocado la muerte de al menos 19 personas.

Se nota que lamenta que su país llegue a puntos en los que se siente con la obligación moral de participar como figura pública, aunque como ciudadano nunca está "desconectado".

"No elegimos meternos en el mundo de la política. La elección fue musical y de entretenimiento, pero tenemos una plataforma más grande y más poderosa que la de cualquier político. Ahí es donde hay que entender la responsabilidad social que se tiene como personaje público, no ha sido fácil, pero aquí seguimos aprendiendo", indicó.

A pesar de todo, el músico paisa tiene claro que lo suyo es "persistir" ante las ganas de desistir y seguir siendo "consecuente" con lo que se propuso lograr: "Seguiremos haciendo música en español, con amor y con la intención de llevar a nuestra cultura latina al mundo entero".

Entretanto, Balvin espanta al "perro negro" de la depresión con su público y espera regresar pronto al escenario. Miami (EFE)

 

 

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