Desde California arrancó una caravana que por varias semanas impulsará entre los votantes y los distritos congresionales de Estados Unidos la aprobación de una reforma migratoria que dé paso a la ciudadanía a 11 millones de indocumentados.
El esfuerzo comenzó en Sacramento, California, desde donde partió una caravana para unirse a otros activistas e inmigrantes en la ciudad de Visalia, como parte de un esfuerzo nacional encabezado por la Coalición por los Derechos Humanos de los Inmigrantes (CHIRLA), en asociación con FIRM Action y la campaña We Are Home.
"La caravana es un esfuerzo nacional -en carros y observando la sana distancia- para presentar las historias de inmigrantes que con su trabajo, creatividad y entereza sostienen en sus hombros la economía de esta nación”, dijo a Efe Jorge-Mario Cabrera, portavoz de CHIRLA.
Se espera que cientos de personas se unan al esfuerzo, que esta semana recorrerá sectores de California de gran presencia hispana como Bakersfield, Valle del Antílope, Los Ángeles y el condado de Orange, entre otros.
La campaña seguirá en después en Arizona y otros estados, explicó Cabrera.
“Nuestra petición al Congreso es que tenga valor y apruebe una legislación proinmigrante justa y humana, y que lo haga inmediatamente”, ahondó el activista.
La administración del presidente Joe Biden, junto al Partido Demócrata, presentó tanto a la Cámara de Representantes como al Senado un ambicioso proyecto de reforma migratoria que daría un camino a la ciudadanía a los 11 millones de indocumentados.
"Me comprometo a trabajar con los líderes de la Cámara Baja y el Senado para corregir las negligencias de la Administración anterior y devolver la justicia, la humanidad y el orden a nuestro sistema migratorio”, dijo el mandatario en febrero tras presentarse la iniciativa.
El proyecto, titulado Ley de Ciudadanía Estadounidense 2021, es "un primer paso importante para establecer políticas migratorias que unan a las familias, hagan crecer y mejoren la economía y garanticen la seguridad" del país, aseguró Biden.
La ambiciosa propuesta prevé un proceso de ocho años para que los 11 millones de indocumentados puedan lograr la ciudadanía, además de otorgar una residencia legal inmediata para los inmigrantes sin papeles que llegaron al país de niños, conocidos como "soñadores", los beneficiarios del Estatus de Protección Temporal y los trabajadores agrícolas. Los Ángeles (EFE)
