Casi un siglo después de su publicación, "El Gran Gatsby", una de las grandes novelas del país, pasó al comienzo de 2021 a dominio público en un momento de creciente apreciación por este relato fascinante sobre la pasión por el "dinero rápido" de la desenfrenada década de 1920 y la evolución del "sueño americano".
Los derechos de autor expiraron tras 95 años, debido a las leyes proteccionistas.
La novela, publicada en 1925, apenas vendió 25.000 copias antes de la muerte en 1940 de su autor, Francis Scott Fitzgerald, quien no pudo disfrutar en vida de su reconocimiento.
Desde entonces, se han vendido más de 30 millones de ejemplares y se ha convertido en uno de los grandes clásicos de la literatura estadounidense, fuente de continuas versiones cinematográficas y teatrales, lectura obligada en los colegios e incluso inspiración para artistas pop actuales como Taylor Swift.
GASTBY COMO SÍMBOLO DE EE.UU.
"El sueño americano estaba en un momento de transición durante la época de Scott Fitzgerald", explicó a Efe David S. Brown, profesor de Historia del Elizabethtown College de Pensilvania y autor de la biografía sobre el escritor de "Paradise Lost".
El personaje de Jay Gatsby es ya un símbolo en EE.UU., el del multimillonario derrochador incapaz de llenar su vacío existencial.
Según Brown, Scott Fitzgerald ve cómo la sociedad se va deformando, cómo los estadounidenses, que respetaban la idea de ser pioneros y de trabajar duramente para prosperar, empiezan a partir de 1920 a verse atraídos por la idea de hacerse ricos de manera rápida; es el comienzo de la especulación financiera. Y se pregunta sobre "el tipo de sociedad que se esta construyendo y sus efectos negativos sobre el carácter estadounidense".
Algunas de las páginas más reconocidas de la obra reflejan las lujosas fiestas de la clase alta, cargadas de frivolidad y opulencia, con bailes desenfrenados a ritmo de swing, pero también exponen con crueldad la soledad del día después.
El expresidente Barack Obama (2009-2017) recomendó recientemente "El Gran Gatsby" como un libro que va más allá del retrato de una época, y la consideró una novela clave para entender "las complejidades" del alma del país.
"Gatsby es una historia seria sobre el fracaso del dinero en EE.UU. para lograr una gran civilización. Por esa razón, en su momento, a los estadounidenses no les gustó la novela. Tuvo que pasar un tiempo, hasta la recuperación de Fitzgerald en la década de 1950, para que se apreciase", apuntó Brown, quien recordó que el escritor entonces era reconocido especialmente por sus artículos en revistas.
RELECTURA EN LA ERA TRUMP
En los últimos años, bajo la convulsa presidencia del republicano Donald Trump, defensor de la cultura del éxito y el dinero, se ha vuelto a leer "El Gran Gatsby" con renovado interés y en busca de ciertos paralelismos.
"La noción del consumo vistoso, de que las cosas brillantes, las más rápidas, son las más valiosas. Las compulsiones del mundo digital, esa noción está ya ahí. Esto es el comienzo del siglo XX, en los años 1920, es la época del automóvil, en la que Scott Fitzgerald ve una aceleración del tiempo histórico", sostuvo Brown.
La novela también refleja el creciente distanciamiento entre las metrópolis cosmopolitas y el interior del país, una de las bases sobre las que se sostiene la brutal polarización política que vive actualmente el país.
"La novela ya habla de la dicotomía actual en EE.UU. entre los centros culturales y económicos, como Nueva York, y la periferia; es una misma nación, pero al menos con dos tipos distintos de ciudadanos", señaló el profesor universitario.
Y, con su trágico final, adelanta los acontecimientos históricos.
"Cuatro años después de su publicación, en 1929, se produce el 'crash' de la bolsa de Wall Street. Con la muerte de Gatsby muere, en cierto sentido, la década en la que comenzó la búsqueda del dinero rápido", concluyó Brown. Washington (EFE)