Exactamente 42 días después de las elecciones (3 de noviembre) Estados Unidos ya tiene un nuevo presidente, tras la jornada del pasado lunes 14 en que el Colegio Electoral confirmó a Joe Biden como el mandatario número 46.
El hombre a quien el presidente Donald Trump consideraba el peor candidato en la historia de la nación, obtuvo 306 votos electorales por sólo 232 su contrincante en la carrera. Pese a la sustancial diferencia el mandatario republicano no reconoce su derrota e insiste en que se cometió fraude.
El Colegio Electoral dio a conocer su veredicto luego que el Tribunal Supremo rechazara las demandas de Trump. Resultó incuestionablemente una porfía larga, agotadora, en que el actual presidente apeló a la estategia de llamar socialista y dormilón al candidato que a la postre se lleva el triunfo.
Aunque ya no quedan vías legales a las que pueda acudir para revertir la victoria de Biden, el presidente Trump afirma que seguirá adelante con sus denuncias. (¿?)
Ni corto ni perezoso el presidente afirmó que “estas son las elecciones más corruptas en la historia de los EE.UU”. Las instancias judiciales a diferentes instancias han rechazado los reclamos del mandatario saliente, más que todo por falta de evidencias.
Si muchos consideraban que Trump había conformado un Tribunal Supremo a la medida de sus intereses, fue precisamente este TS el que le asestó una estocada casi definitiva al rechazar la demanda presentada por el estado de Texas.
Como quiera que el mandatario saliente se niega a reconocer su derrota en las elecciones, muchos de sus seguidores cierran filas a su lado (tal vez con la vista puesta en el 2024), acción con la que contribuyen sobremanera a la división política del país, de ahí que algunos jocosamente platiquen de ‘Estados Divididos de América’.
No faltan, por supuesto, quienes especulan con impugnar el resultado cuando se confirme el recuento del Colegio Electoral el venidero 6 de enero.
El presidente electo, por su parte, aparenta normalidad ante la postura de su rival, muestra una marcada preocupación por los estragos causados por el Coronavirus, y poco a poco ha ido conformando su equipo de trabajo y asesores.
Biden, con 78 años, ya adelantó que el primer día en que asuma va a reintegrar a los Estados Unidos al ‘Acuerdo del Clima de París’, y convocar a un evento mundial sobre el tema. También ha reiterado su deseo de que el país regrese a la Organización Mundial de la Salud.
Muchos venezolanos residentes en los Estados Unidos esperan que se hagan realidad las promesas precontienda electoral y obtener el Estatus de Protección Temporal (TPS), mientras un número considerable de cubanos confía en que las relaciones con la isla vuelvan a la situación de la época de Obama, pues los últimos cuatro años han resultado en extremo tensos entre los dos países.
Respecto al Covid, que ya cobra más de 305 mil fallecidos en todo el país, Biden adelantó que pondrá en práctica una estrategia distinta a la esgrimida por el saliente Donald Trump, además de exigir el uso de mascarillas por tres meses a partir de enero.
