Las reuniones familiares del Día de Acción de Gracias, efectuadas recientemente -como es tradicional- resultaron un botón de muestra de lo que serán las denominadas fiestas decembrinas, con tres aspectos como denominadores comunes.
Por un lado reuniones más pequeñas, siguiendo las indicaciones muchas familias apostaron por protegerse del Coronavirus que en Nevada suma más de dos mil 200 fallecidos... entonces CUIDARSE es la palabra de orden.
Llamadas telefónicas para saludarse, alguna que otra visita, pero sin dudas predominaron las reuniones familiares más reducidas. Lamentablemente muchas familias encaran la pérdida de seres queridos, hay asientos vacíos, heridas que no cicatrizan, padres, abuelos, hermanos, esposos (as), amigos, compañeros de labor, que se recuerdan por estas fechas más que siempre.
Otro aspecto prominente que signó dichas reuniones fue la oferta de alimentos, más reducida que otras veces, no se puede obviar que se han perdido empleos, muchas personas han ido semanas al descanso, o sea, de alguna manera predomina una incertidumbre económica reflejada en la variedad y cantidad de platos para los comensales.
Por último, y no menos importante, es válido resaltar el quehacer de centenares de voluntarios, de personas y organizaciones que distribuyeron alimentos a muchas familias necesitadas, en un gesto tan hermoso como noble, digno de aplausos; se trata de una acción que a veces por repetirse pasa inadvertida para muchos.
Junto a las largas líneas de vehículos en diferentes partes de la ciudad, va aparejada la acción de los voluntarios, de quienes organizan desde horas tempranas para que todo fluya de la mejor manera, informan, entregan folletos y colocan cajas de alimentos en las cajuelas. Gracias.
El ‘Día de Acción de Gracias’ en esta oportunidad trajo eso consigo... reuniones con menos familiares (la protección debe ser un aspecto prioritario que no puede ponerse a un lado), menos ofertas de alimentos (por la difícil situación económica, que exigirá un arduo y sostenido trabajo en el 2021), además muchas manos prestas a ayudar, a aliviar las necesidades deben marcar también las llamadas fiestas decembrinas.
Entra en la recta final un 2020 difícil, tenso, complejo y con una significativa carga de tristeza, un año terrible, sin embargo, como el amor todo lo puede, quienes se adelantaron en el camino lo más probable es que deseen lo mejor a familiares y amigos, que no pierdan la alegría y las ansias de vivir.
Corren días para agradecer, y en medio de todo celebrar, sin perder de vista que el modo ideal de honrar a quienes no estarán en las venideras fiestas es actuar, ir por la vida sembrando, agradeciendo, siendo mejores.
En lo que queda de año, no pierda la oportunidad de agradecer, de protegerse y proteger a quienes están más cerca.
