El incidente más reciente de brutalidad policial en EE.UU., en el que un agente de Kenosha (Wisconsin) disparó siete veces en la espalda al afroamericano Jacob Blake, ha reavivado las protestas raciales y generado un inédito boicot en la NBA y de otras ligas profesionales.
No solo en Wisconsin han surgido manifestaciones diarias contra la violencia policial contra las minorías raciales, sino que otros estados, como California, Minesota o Nueva York, también han acogido numerosas protestas; una situación que no agrada al presidente estadounidense, Donald Trump.
Estas reivindicaciones llegan en un contexto en el que las protestas y disturbios raciales han resurgido en los últimos meses en EE.UU. desde el pasado 25 de mayo, tras la muerte de otro afroamericano, George Floyd.
El mundo de los deportes en EE.UU., incluyendo las ligas profesionales de fútbol y béisbol y la liga femenina de baloncesto, pusieron pausa a sus competiciones como muestra de rechazo al incidente en el que Blake recibió siete disparos en la espalda por parte de un policía, dejándolo parapléjico.
La competición de la NBA se reanudó para cumplir con los compromisos adquiridos con las cadenas de televisión, que no pagarán los derechos si la temporada se suspende.
Tras una primera reunión la decisión fue la de seguir con los ‘playoffs’, mientras que habrá otra con los dueños de los equipos y dos baloncestistas por equipo.
Nneka Ogwumike, la presidenta de la Asociación de Jugadores de la WNBA, la liga profesional de baloncesto femenino, señaló que esta paralización simboliza unos días de “reflexión”.
“No es una huelga. No es un boicot. Esto es, afirmativamente, un día de reflexión. Un día de acción informada y movilización”, dijo Ogwumike.
Esta respuesta casi unánime por parte del mundo deportivo profesional no ha sentado bien a Trump, que ha pasado a la carga contra los impulsores de este movimiento, los jugadores de la NBA.
Trump opinó que la NBA se ha convertido en una organización política y señaló que eso “no es bueno”, después de que los jugadores decidieran acabar con su boicot temporal a la liga.
“Se han vuelto como una organización política y eso no es bueno. No creo que sea bueno para el deporte ni para el país”, indicó Trump.
Aun así, apuntó que no sabe mucho sobre ese boicot: “No sé mucho sobre las protestas de la NBA. Sé que sus índices (de audiencia) han sido muy malos porque opino que mucha gente está un poco cansada de la NBA”, dijo el mandatario. Los Ángeles (EFE)